"Sólo cuando el último animal esté muerto, el último árbol derribado, el último río envenenado te darás cuenta que el dinero no se come "
Vicky Pelaez
Con impotencia, la humanidad viene contemplando día a día cómo crece el desastre en el Golfo de México. Ya han pasado 50 días desde que colapsó la plataforma de perforación Deepwater Horizon, sin que la causante del mayor derrame petrolero del siglo, la British Petroleum Corp., pueda controlar la situación. En realidad, a pesar de la existente tecnología, esta petrolera no está haciendo el esfuerzo adecuado, tal como le aconsejaron los especialistas rusos para parar de una vez el derrame y tapar la veta del petróleo.
Lo que pasa es que la BT no quiere perder su veta de oro negro y le importa un bledo toda la contaminación y muerte. Su último intento de colocar una tapa coladora de contención sobre las válvulas rotas en la tubería a 1,525 metros por debajo del agua fue , de acuerdo BP, exitoso, permitiendo recuperar entre 5,000 a 10,000 barriles diarios. Sin embargo, otros 15,000 barriles diarios siguen manando del pozo averiado.
Con esa burda tecnología, nadie sabe cuánto tiempo se necesitará para controlar completamente el vertido del petróleo. La BP promete solucionar el problema para agosto y el gobierno de Barack Obama repite automáticamente el pronóstico sin tomar en cuenta la dimensión del desastre que aumentaría con la temporada de huracanes que habitualmente se inicia en Junio .
Michio Kaku, el prestigioso físico teórico norteamericano ha declarado que "el vertido de petróleo podría durar años si los pozos de alivio que están perforando la BP fallan. En este caso habrán zonas muertas en el Golfo de México que durarán años".
La British Petroleum y Barack Obama saben perfectamente que existe tecnología para detener este tipo de derrames en breves horas. Varios científicos rusos aconsejaron al gobierno norteamericano de usar una mini explosión nuclear en la profundidad del mar, que movería las rocas y taparía el agujero inmediatamente, garantizando un 80 por ciento de éxito. Los soviéticos lo hicieron por primera vez el 30 de setiembre de 1966 en una profundidad de 1200 metros, y lo lograron. Después lo repitieron cuatro veces más en otros casos y con exito.
Los rusos han avanzado más en este campo y se lo hicieron saber a la BP pero ellos se han negado rotundamente. El famoso científico ruso Anatole Sagalevich del Instituto de Oceanología P.P Shirshov de la Academia Rusa de Ciencia, les aconsejó el uso de su personal especializado y los mini submarinos MIR que pueden parar el derrame, pero la ambición puede más que la razón y la British rechazó la oferta. Barack Obama calla.
Sagalevich dijo: "El problema es que somos rusos y si vamos al Golfo de México con nuestros MIR y paramos el derrame, los americanos quedaran pasmados". Estas declaraciones y la tecnología es harto conocida pero ni el Congreso quiere ponerlas en práctica.
Lamentablemente ni con este drama se detiene la ambición. Aunque por el momento se han suspendido temporalmente las perforaciones en el mar, los barcos de la Shell, causante de tantos derrames, ya están estacionados en Chukotsk en el Océano Glaciar Ártico esperando el visto bueno de Obama para perforar debajo del hielo y para ello ya pagaron 2.1 mil millones de dólares de renta al gobierno.
Con impotencia, la humanidad viene contemplando día a día cómo crece el desastre en el Golfo de México. Ya han pasado 50 días desde que colapsó la plataforma de perforación Deepwater Horizon, sin que la causante del mayor derrame petrolero del siglo, la British Petroleum Corp., pueda controlar la situación. En realidad, a pesar de la existente tecnología, esta petrolera no está haciendo el esfuerzo adecuado, tal como le aconsejaron los especialistas rusos para parar de una vez el derrame y tapar la veta del petróleo.
Lo que pasa es que la BT no quiere perder su veta de oro negro y le importa un bledo toda la contaminación y muerte. Su último intento de colocar una tapa coladora de contención sobre las válvulas rotas en la tubería a 1,525 metros por debajo del agua fue , de acuerdo BP, exitoso, permitiendo recuperar entre 5,000 a 10,000 barriles diarios. Sin embargo, otros 15,000 barriles diarios siguen manando del pozo averiado.
Con esa burda tecnología, nadie sabe cuánto tiempo se necesitará para controlar completamente el vertido del petróleo. La BP promete solucionar el problema para agosto y el gobierno de Barack Obama repite automáticamente el pronóstico sin tomar en cuenta la dimensión del desastre que aumentaría con la temporada de huracanes que habitualmente se inicia en Junio .
Michio Kaku, el prestigioso físico teórico norteamericano ha declarado que "el vertido de petróleo podría durar años si los pozos de alivio que están perforando la BP fallan. En este caso habrán zonas muertas en el Golfo de México que durarán años".
La British Petroleum y Barack Obama saben perfectamente que existe tecnología para detener este tipo de derrames en breves horas. Varios científicos rusos aconsejaron al gobierno norteamericano de usar una mini explosión nuclear en la profundidad del mar, que movería las rocas y taparía el agujero inmediatamente, garantizando un 80 por ciento de éxito. Los soviéticos lo hicieron por primera vez el 30 de setiembre de 1966 en una profundidad de 1200 metros, y lo lograron. Después lo repitieron cuatro veces más en otros casos y con exito.
Los rusos han avanzado más en este campo y se lo hicieron saber a la BP pero ellos se han negado rotundamente. El famoso científico ruso Anatole Sagalevich del Instituto de Oceanología P.P Shirshov de la Academia Rusa de Ciencia, les aconsejó el uso de su personal especializado y los mini submarinos MIR que pueden parar el derrame, pero la ambición puede más que la razón y la British rechazó la oferta. Barack Obama calla.
Sagalevich dijo: "El problema es que somos rusos y si vamos al Golfo de México con nuestros MIR y paramos el derrame, los americanos quedaran pasmados". Estas declaraciones y la tecnología es harto conocida pero ni el Congreso quiere ponerlas en práctica.
Lamentablemente ni con este drama se detiene la ambición. Aunque por el momento se han suspendido temporalmente las perforaciones en el mar, los barcos de la Shell, causante de tantos derrames, ya están estacionados en Chukotsk en el Océano Glaciar Ártico esperando el visto bueno de Obama para perforar debajo del hielo y para ello ya pagaron 2.1 mil millones de dólares de renta al gobierno.
Fuente: ARGENPRESS
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