Editor: Antenor Maraví
Confidencias en Alta Voz: enero 2014

viernes, 31 de enero de 2014

La heroica Tacna y los cantos de sirena

 Por: Antenor Maraví Izarra


 Más allá de este símil de canto de sirenas,y los comprensibles gritos de triunfalismo de los actores y voceros del país ante la Corte Internacional de LA HAYA, urge mirar con serenidad las justificadas protestas de los hermanos de Tacna, pues, una vez más serán los más afectados - dígase cada vez más constreñidos y rodeados por los vecinos del sur - Y eso, como en los poemas homéricos vendría a ser una especie de diáspora que afectará su reconocida tradición nacionalista y patriótica, y como tal sin duda es preocupante, en esta nueva perspectiva de relación bilateral.en todo caso, es de esperar que se allanen con los lazos de una verdadera concordia y relaciones fraternales. A su vez, el PERU de hoy, a siete años para conmemorar el bicentenario de su Independencia nacional, a pesar de las recientes y significativas inversiones macro económicas, tiene una DEUDA INTERNA que clama a gritos la solución de viejas e inmemoriales exigencias de justicia social y plena democratización en el accionar de los dirigentes de los partidos políticos y gobernantes de turno. La clase dirigente integrada por los mismos caudillos, civiles y militares, nunca lograron ponerse de acuerdo sobre el camino a seguir para construir un país en el que los derechos de todos los peruanos,sin distinción de ninguna índole, sean debidamente respetados. A pesar de los alentadores informes de que hemos vencido el analfabetismo, la pobreza y la extrema pobreza, la morbi mortandad de los niños, siguen marcando elevadas cifras de demandas y exigencias, pendientes de solución, en las zonas alto andinas y rurales inmersos en las tradicionales regiones que dividen el país. La CORRUPCION y ese vergonzante lastre de complicidad e incuria manifiesta de algunas autoridades judiciales, y los gobernantes de turno, abrazados a la vieja impunidad siguen imperando por doquier, en las diferentes instancias administrativas, en los que, al parecer los gobernantes de la gran metrópoli limeña, a todas luces hacen oídos sordos y cuando no, se convierten en ciegos, de cuyas resultas, el rostro de esa vieja pandemia social de la corrupción, es cada vez más asfixiante.
Tras esta gran algarabía de nueva demarcación marítima del país con nuestros cordiales y amantísimos vecinos del sur. Es hora de demandar y hablar en voz alta, sobre nuestra realidad nacional, donde la deuda social, año tras año, sigue incrementándose,entre las promesas incumplidas y la carencia de decisiones en favor de los  denominados excluidos de siempre, y como tal, es tiempo de hablar en alta voz. hay una deuda interna que sigue creciendo y a la vez mirándonos con su rostro vestido de tanta tristeza. Al lado de ese rostro doliente, las instancias gubernativas, parecieran participar en esa danza lacerante, en los que las telarañas de las calendas griegas subyacen  abrazadas a la incuria y las corruptelas de todo pelaje siguen parapetadas en abierta afrenta a los inmemoriales sueños de justicia y libertad de quienes fundaron la Patria al servicio de las aspiraciones superiores del pueblo.
¡Tanto dolor, y no poder hacer nada...!Como diría el poeta Manuel Scorza:¡Ah, que tristeza!, nuestra patria, sigue cercenada y envuelta de tanto dolor,/como cuando éramos niños cuando/ veíamos al crepúsculo agitar en sus crueles alas/ sin saber que buscaban nuestras bocas para gemir/pero fueron llenándose de cuervos, nuestras vidas fueron llenándose de lluvias/ ahora somos parte del dolor de esta tierra quebrada, sin señales de cambio.