Bush y su sucesor se dirigirán juntos al Capitolio para el juramento. El ambiente de fiesta se vive en Washington, informó el corresponsal de El Comercio, Miguel Vivanco
Su campaña prometió cambio y su elección como primer presidente negro rompió barreras históricas, pero cuando el demócrata Barack Obama se traslade oficialmente a la Casa Blanca mañana, el gran día de la investidura estará marcado a cada paso por la historia y la tradición.El presidente republicano George W. Bush le entregará el poder a Obama siguiendo unas normas y un simbolismo que ha ido evolucionando poco a lo largo de los 220 años de historia del país y las 56 ceremonias de asunción.Bush llegó al Despacho Oval en 2001 tras una larga y enconada batalla postelectoral.
Los ánimos en la investidura estaban apagados, al igual que en 2005, pero esta vez por los errores y las tragedias de la guerra de Iraq.Obama llega a la Casa Blanca envuelto en una eufórica fiebre de expectativas, con un sólido 53% de votos y con un 68% de conciudadanos que piensan que su primer presidente afroamericano lo va a hacer bien pese a los desafíos del legado que deja Bush, que goza de escasa popularidad.
Según reportó Miguel Vivanco, corresponsal del diario El Comercio, se espera la visita de más de un millón de personas a la capital, la cual se llenó de color días antes de la ceremonia.Pese al obvio derroche de dinero que demandan los actos que se llevan a cabo por la investidura del que será el primer presidente negro en la historia de EE.UU. y a las críticas por ello en medio de la crisis económica, los ciudadanos estadounidenses olvidan ello y se aprestan a seguir celebrando.
UN DÍA DE FIESTA
El martes por la mañana, Obama y su esposa Michelle seguirán la tradición y dejarán la Casa Blair, donde se alojan los invitados oficiales del presidente, para asistir al oficio religioso en la cercana iglesia espiscopal de San Juan, al igual que hicieran otros presidente electos.
Después, Obama, su vicepresidente electo, Joe Biden y sus respectivas esposas se reunirán con el comité especial del Congreso para la investidura, que les acompañará por la calle hasta la Casa Blanca, donde sostendrá un breve encuentro con George y Laura Bush.
Siempre hay numerosas especulaciones sobre lo que se dice en ese momento incómodo, que oficialmente es un "encuentro para café", pero poco trasciende a la opinión pública.Bush y Obama se dirigirán juntos al Capitolio para el juramento oficial, una tradición que comenzó en 1837 y que pervive como sólido recuerdo de que Estados Undios sigue siendo un país que se enorgullece de una transición pacífica de poder.La ceremonia formal de investidura arrancará a las 11:30 de la mañana (16:30 GMT) en la fachada oeste del Capitolio, que da se abre a National Mall, la enorme explanada de 3 kilómetros de largo en dirección al monumento a Lincoln.
El martes, un grupo escogido de 240 mil personas tienen entradas para ver de cerca la ceremonia. El resto podrá seguir el acto desde el Mall con ayuda de las pantallas gigantes que se han instalado.
La ceremonia se inaugurará con música soul de Aretha Franklin, del violinista Itzhak Perlman, la pianista venezolana Gabriela Montero y el chelista Yo-Yo Ma, entre otros. La prédica la ofrecerá el reverendo Rick Warren, de la iglesia Saddleback de California, cuya elección ha levantado ampollas entre el colectivo homosexual por su postura antigay.
A continuación tendrá lugar la jura de Biden, que será ofrecida por John Paul Stevens, uno de los miembros del Tribunal Supremo.Y por último, en el momento más emocionante y con Bush mirando desde la barrera, Obama posará su mano sobre la biblia que usó el presidente Abraham Lincoln en 1861 y John Roberts, el presidente del Tribunal Supremo, le tomará el juramento.
CIERRE DEL CAMBIO DE MANDO
Se podría pensar que Obama tendría la última palabra con su muy esperado discurso de investidura, unas palabras que se cree que serán inspiradoras y que perfilar lo que será su gestión durante los próximos cuatro años. Pero no es así.
La poetisa Elizabeth Alexander y otro reverendo tendrán el honor de cerrar el acto.Cuando concluya la ceremonia, los Bush serán los primeros en bajar las escaleras del Capitolio en lo que se considera un momento especialmente conmovedor. Se trasladarán a la base aérea de Andrews, para partir desde allí a Texas.Después del almuerzo en el Capitolio, el nuevo presidente y la nueva primera dama, Michelle, se desplazarán juntos por la avenida Pennsylvania encabezando el desfile de investidura. Hay expectación por saber si Obama finalmente caminará algún trecho como anteriores presidentes, aún cuando inquiete sobremanera a los agentes de los servicios secretos.Allí, desde la posición de honor en frente de la Casa Blanca, los Obama seguirán el desfile de las bandas de música, acróbatas, carrozas y artistas.
Y todavía queda más diversión para la noche, con diez conciertos de investidura que los Obama tendrán que atender. No importa cómo se vista el resto de la gente, pues en esta ocasión la atención de periodistas y público en general estará centrada principalmente en la primera dama Michelle, que ya ha marcado estilo con la indumentaria escogida.
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