Editor: Antenor Maraví
Confidencias en Alta Voz: Control del cambio

jueves, 5 de febrero de 2009

Control del cambio

César Lévano

Alan García prometió, en la campaña electoral, que pondría en manos de la oposición la elección del Contralor General de la República.

La fórmula era tan perfecta como un triángulo isósceles: los opositores propondrían al Presidente de la República una terna, de la cual saldría el titular.

Fue otra promesa incumplida. El resultado ha sido un escándalo. La señora Soraya Suárez resultó alumna libre del curso de viveza criolla.

Ni el padrinazgo de García y de las bancadas del Apra, del fujimorismo y de Unidad Nacional la salvó.Lo grave es que el presidente persiste en su afán de imponer un Contralor afín a sus ideas e intereses, y capaz de ayudarlo a ganar encubrimientos e impunidades, que buena falta podrían hacerle.

Su método consiste ahora en pedir candidatos, no a la oposición en su conjunto, sino al sector más derechista y privatizador de ésta. Javier Bedoya de Vivanco, líder del PPC y representante conspicuo de Unidad Nacional, lo ha revelado.En declaraciones a RPP, el congresista informó ayer: “el presidente me pidió ayuda para encontrar candidatos a la Contraloría de la República, el pasado viernes, a través del Secretario General de Palacio, Luis Nava”.

El doctor Bedoya comentó que había buscado al candidato entre los altos dirigentes de Unidad Nacional; pero la propuesta fue rechazada por los consultados, quienes alegaron que “el sueldo era muy poco para las responsabilidades familiares que tenían”.Para mayor comprensión del caso, recordamos que el sueldo del Contralor es de 15,600 soles mensuales. ¡Cuál será el nivel de ingresos de esos caballeros, para que rehúsen tan chocante bicoca!

Se trata, sin duda, de abogados de grandes empresas o dueños de negocios suculentos o herederos de copiosas fortunas. Razonable su argumento; pero explica dos cosas: que García busca candidatos en esa capa social y que éstos no están dispuestos a sacrificar “responsabilidades” costosas. Jorge Basadre escribió hace mucho un texto memorable: Sobre el problema de las elites. Dijo allí que una elite no es un conjunto de compañeros de origen social, de generación o de intereses, sino una falange unida por un alto ideal común.

No tengo, aquí en la redacción, ese escrito; pero a la luz de lo dicho por los dirigentes de Unidad Nacional se puede deducir que ellos pueden estar unidos por un dogma conservador, mas no por una doctrina que implique sacrificios.Recordemos que Yehude Simon prometió, en su condición de Presidente del Consejo de Ministros, que el Contralor iba a surgir de la iniciativa de organizaciones de base.

Ha llegado la hora de que se aplique la fórmula que el propio García propuso: terna propuesta por la oposición, para que de allí escoja él al Contralor. El presidente tiene una segunda oportunidad.


(*)Director de la Primera

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