¡No a la instalación de la Planta Petroquímica en la Bahía de Paracas!
Antenor Maraví Izarra
Antenor Maraví Izarra
Mientras el Presidente Alan García, secundado por el ministro de Energía y Minas, Pedro Sánchez, casi en éxtasis siguen señalando que el Perú cuenta con una reserva de 17 trillones de pies cúbicos de gas (TFC) en los lotes 56 y 88 de Camisea, maquilladas con la intención de justificar la exportación al exterior, anunció que esta posibilidad al mismo tiempo favorecerá la pronta instalación de la planta petroquímica en la Bahía de Paracas, patrocinada por el grupo Brescia y la empresa chilena Sigdo Kooppers, sin escuchar ni importarle la justificada demanda y oposición del pueblo pisqueño, pues la producción diaria de 2,060 toneladas de amoniaco y 1,060 toneladas de nitrato de amonio, causaría daños irreversibles en la abundante biomasa y gran diversidad de fauna marítima y la ecología ambiental de la zona de amortiguamiento, comprendida en la Reserva Nacional de Paracas que tiene una extensión de 335 mil hectáreas, entre terreno firme y aguas marinas.
La protesta de Pisco
Al grito unísono:”El mar no se vende, ni se maltrata. El mar se defiende”, miles de pescadores artesanales de San Andrés, Paracas, El Chaco, Lagunilla y Punta Lechuza”, recientemente recorrieron las calles de Pisco, - muchas de ellas aun en escombros por el devastador terremoto del 15 de agosto del 2007 – en protesta por la anunciada instalación de una planta petroquímica en la zona de amortiguamiento de la Bahía de Paracas.
Al final de la marcha de protesta, en un mitin que se llevó a cabo en la Plaza de Armas, teniendo como fondo el terreno baldío donde otrora las campanas de la Iglesia Matriz, convocaban a misa, esta vez sonaron los alta voces en protesta por el maltrato que se quiere dar a su histórica bahía de Paracas. Participaron como oradores, entre otros, el Alcalde de San Andrés, Juan Vergara Matta, el Párroco de la Iglesia, Alfonso Cómena Zevallos y Antonio Asto, representante del distrito Paracas. Igualmente, hicieron uso de la palabra, Elena Canchari, Carlos Díaz García y Teódulo Hernández Valle, Presidente del Frente de Defensa de la Provincia de Pisco.
Entre otras demandas, los oradores señalaron a viva voz, que por encima de la voracidad de las empresas transnacionales y nacionales, defenderán no sólo el sostenimiento de sus fuentes laborales, sino la intangibilidad y protección de la ecología ambiental de la Reserva Nacional de Paracas, considerada como zona RAMSAR. Casi todos los oradores enfatizaron en señalar, que ellos no se oponen al progreso industrial de Pisco; pero dicha planta debería instalarse en una zona adecuada, sin afectar la Bahía de Paracas, que no solamente es histórica, sino fuente de una riquísima fauna marítima.
Señalaron que al funcionar la planta petroquímica afectaría las aguas del mar incrementando su temperatura hasta en 3 grados centígrados. Asimismo enfatizaron que el estudio de Impacto Ambiental elaborado por la Universidad de Ingeniería, que Nitratos del Perú, no ha cumplido con señalar como resolvería la contaminación derivada por la emisión de amoniaco, óxido de carbono y óxido de nitrógeno.
Igualmente, de acuerdo a los estudios de impacto ambiental, sólo cinco barcos de embarque
y acoderamiento pueden ingresar, sin embargo por la ausencia de control a la fecha ingresan hasta 14 barcos, perturbando el ecosistema, y con la planta petroquímica sería mayor el conflicto ambiental.
Todos los oradores, coincidieron en reclamar la reubicación del proyecto y la anulación de la Resolución Ministerial 312-2009- MEN, que declara al área 1-4 de Paracas como “zona geográfica determinada para la instalación de este complejo petroquímico, que no es otra señal que la franquicia neoliberalista, imperante en estos tiempos, donde ni la historia, ni los patrimonios culturales se respetan”.
Finalmente, entre rechiflas y coros de oposición a la instalación de esta planta, uno de los oradores responsabilizó al Alcalde Provincial de Pisco, Juan Mendoza Uribe, quien en forma unilateral, sin consultar al pueblo ni a sus regidores, habría autorizado la instalación en contraposición al equilibrio ambiental y la intangibilidad de la Reserva Nacional de Paracas, reconocido internacionalmente como una de las principales reservas hemisféricas para la migración de aves acuáticas.
Importancia histórica de Pisco
Si acaso existe un pueblo en todo el litoral peruano, con una riquísima heredad histórica, una envidiable ubicación geográfica y una incomparable ecología ambiental, capaz de promover el turismo en gran escala, sin lugar a dudas, ese pueblo es Pisco, donde es fácil llegar por aire, tierra y mar.
Entre los principales hitos históricos del país ocurridos en este pueblo, cabe señalar que hace 190 años, el 8 de Setiembre de 1820, desembarcó en la bahía de Paracas la expedición libertadora al mando del General José de San Martín, y en esa misma fecha, inspirado en el vuelo de los flamencos, se crearon en sus playas los colores de la bandera nacional.
En esta bahía floreció la cultura Paracas, una de las más antiguas, reconocida mundialmente por la bella policromía de sus magistrales tejidos, la trepanación craneana. Entre las manifestaciones preincas, igualmente cabe referir las necrópolis y los fardos funerarios, hombres de cabeza larga en cerro colorado. Es también un riquísimo asiento en geología, paleontología y orografía, amén de la amplia variedad de su fauna marina, y como tal, es y debe ser merecedora de todas las medidas de protección.
La protesta de Pisco
Al grito unísono:”El mar no se vende, ni se maltrata. El mar se defiende”, miles de pescadores artesanales de San Andrés, Paracas, El Chaco, Lagunilla y Punta Lechuza”, recientemente recorrieron las calles de Pisco, - muchas de ellas aun en escombros por el devastador terremoto del 15 de agosto del 2007 – en protesta por la anunciada instalación de una planta petroquímica en la zona de amortiguamiento de la Bahía de Paracas.
Al final de la marcha de protesta, en un mitin que se llevó a cabo en la Plaza de Armas, teniendo como fondo el terreno baldío donde otrora las campanas de la Iglesia Matriz, convocaban a misa, esta vez sonaron los alta voces en protesta por el maltrato que se quiere dar a su histórica bahía de Paracas. Participaron como oradores, entre otros, el Alcalde de San Andrés, Juan Vergara Matta, el Párroco de la Iglesia, Alfonso Cómena Zevallos y Antonio Asto, representante del distrito Paracas. Igualmente, hicieron uso de la palabra, Elena Canchari, Carlos Díaz García y Teódulo Hernández Valle, Presidente del Frente de Defensa de la Provincia de Pisco.
Entre otras demandas, los oradores señalaron a viva voz, que por encima de la voracidad de las empresas transnacionales y nacionales, defenderán no sólo el sostenimiento de sus fuentes laborales, sino la intangibilidad y protección de la ecología ambiental de la Reserva Nacional de Paracas, considerada como zona RAMSAR. Casi todos los oradores enfatizaron en señalar, que ellos no se oponen al progreso industrial de Pisco; pero dicha planta debería instalarse en una zona adecuada, sin afectar la Bahía de Paracas, que no solamente es histórica, sino fuente de una riquísima fauna marítima.
Señalaron que al funcionar la planta petroquímica afectaría las aguas del mar incrementando su temperatura hasta en 3 grados centígrados. Asimismo enfatizaron que el estudio de Impacto Ambiental elaborado por la Universidad de Ingeniería, que Nitratos del Perú, no ha cumplido con señalar como resolvería la contaminación derivada por la emisión de amoniaco, óxido de carbono y óxido de nitrógeno.
Igualmente, de acuerdo a los estudios de impacto ambiental, sólo cinco barcos de embarque
y acoderamiento pueden ingresar, sin embargo por la ausencia de control a la fecha ingresan hasta 14 barcos, perturbando el ecosistema, y con la planta petroquímica sería mayor el conflicto ambiental.
Todos los oradores, coincidieron en reclamar la reubicación del proyecto y la anulación de la Resolución Ministerial 312-2009- MEN, que declara al área 1-4 de Paracas como “zona geográfica determinada para la instalación de este complejo petroquímico, que no es otra señal que la franquicia neoliberalista, imperante en estos tiempos, donde ni la historia, ni los patrimonios culturales se respetan”.
Finalmente, entre rechiflas y coros de oposición a la instalación de esta planta, uno de los oradores responsabilizó al Alcalde Provincial de Pisco, Juan Mendoza Uribe, quien en forma unilateral, sin consultar al pueblo ni a sus regidores, habría autorizado la instalación en contraposición al equilibrio ambiental y la intangibilidad de la Reserva Nacional de Paracas, reconocido internacionalmente como una de las principales reservas hemisféricas para la migración de aves acuáticas.
Importancia histórica de Pisco
Si acaso existe un pueblo en todo el litoral peruano, con una riquísima heredad histórica, una envidiable ubicación geográfica y una incomparable ecología ambiental, capaz de promover el turismo en gran escala, sin lugar a dudas, ese pueblo es Pisco, donde es fácil llegar por aire, tierra y mar.
Entre los principales hitos históricos del país ocurridos en este pueblo, cabe señalar que hace 190 años, el 8 de Setiembre de 1820, desembarcó en la bahía de Paracas la expedición libertadora al mando del General José de San Martín, y en esa misma fecha, inspirado en el vuelo de los flamencos, se crearon en sus playas los colores de la bandera nacional.
En esta bahía floreció la cultura Paracas, una de las más antiguas, reconocida mundialmente por la bella policromía de sus magistrales tejidos, la trepanación craneana. Entre las manifestaciones preincas, igualmente cabe referir las necrópolis y los fardos funerarios, hombres de cabeza larga en cerro colorado. Es también un riquísimo asiento en geología, paleontología y orografía, amén de la amplia variedad de su fauna marina, y como tal, es y debe ser merecedora de todas las medidas de protección.
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