Editor: Antenor Maraví
Confidencias en Alta Voz: septiembre 2011

jueves, 29 de septiembre de 2011

¿Por quién doblan las campanas?

Antenor Maraví Izarra (*)

Walter Oyarce Domínguez fue enterrado en el Camposanto de Lurín
El poeta inglés, John Donne, en su inspirada “Meditación XVII”, allá por los años 1620, escribió: La muerte de cualquier ser humano,/ me disminuye porque soy parte de ese ser,/ ligado a la humanidad; por eso, nunca pregunten/ por quién doblan las campanas/ doblan por ti, doblan por todos nosotros,/ - al que añadimos – y, cuando esa campana, se empoza en el rostro doliente de un joven, como fruto de la insania, sus tañidos son más fuertes. Laceran el alma, y nos enciende de rabia y un hondo dolor.
Tal el censurable hecho ocurrido en agravio del estudiante Walter Arturo Oyarce Domínguez, hincha del Club Alianza Lima, a quien los barristas del Club Universitario de Deportes, le causaron una cruel y absurda muerte en momentos en que presenciaba con sus amigos el tradicional clásico, desde un palco del Estadio Monumental.
Como dijera, nuestro siempre recordado e insigne poeta, César Vallejo, este grupo de vándalos, le dieron con todo a Walter Oyarce, sin que él, les haya hecho nada, lo persiguieron, lo arrastraron, lo vilipendiaron, y en una especie de danza macabra, finalmente lo levantaron en vilo, lanzándolo diez metros más abajo. No les importó en absoluto las cámaras, ni los gritos de piedad de varios niños que compartían los ambientes con sus familiares, cual engendros bárbaros de Atila, terminaron arrasando con todo lo que encontraban a su paso, convertidos en una terrible vorágine letal.
¿Qué está sucediendo?, ¿Por qué tanta violencia?. Algunos señalan, que es el síndrome infestado de la violencia vivida en los años 80 y 90, que tanta muerte y dolor causó al país, que aún aletea debido al descontrol y la anoxia preventiva y operativa de las instituciones llamadas a coadyuvar la paz y el orden público, que al parecer, como el caso de la condenable muerte de dos oficiales en el reciente atentado contra un helicóptero en el VRAE, son inobjetables indicadores de que se siguen improvisando las tareas de seguridad ciudadana y control interno. Y otros tantos, señalan como causantes a esa prensa exacerbada en frivolidades e informaciones carentes de respeto a la dignidad humana, de cuyas entrañas, todos los días, la falta de respeto a la escala de valores, fluye a raudales, bañadas de sangre y dolor constante.
Lo cierto es que, cual sea el nudo gordiano de estas lamentables pasiones encontradas, a pesar de todo lo vivido y sufrido tantos años de violencia, la sociedad y nuestros gobernantes no han aprendido a respetar ni hacer respetar el derecho a la vida. Alevemente seguimos resistiéndonos a cumplir la promesa del artículo uno de nuestra carta magna, que establece que la persona humana es el fin supremo de la sociedad y del Estado peruano.
Somos pues, sin duda, un pueblo no solo de grandes ironías, sino también de grandes choques de ironías, donde la muerte es el pan nuestro de cada día. Hemos empezado nuevamente a confrontar tiempos de vergüenza nacional, marcado de horror y deshonra, signado por la muerte y la denigrante imagen del vandalismo, que lamentablemente empezó a recorrer el mundo.
El fútbol, siempre ha sido y debe continuar como una fiesta auténtica de sano entretenimiento masivo, en la que los aficionados han sabido exteriorizar sus manifestaciones, como un grito de amor que se lanza al cielo, en pro o en contra del equipo contendor, pero nunca como una loa a la muerte. Por consiguiente, quiénes han incurrido o causado la execrable muerte de Walter Oyarce, deben ser sancionados ejemplarmente.
(*) www.lavozdeica.com

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Cuando las palabras, se anudan en el silencio: ¡ Ascanio Ramos Sotelo… Presente!


Antenor Maraví Izarra (*)



Coincidente al sensible deceso del reconocido médico psiquiatra, doctor Ascanio Ramos Sotelo, acaecido en el Hospital Edgardo Rebagliati de Lima, exactamente hace una semana recibí vía internet, un bello y aleccionador mensaje de reflexión, sobre el silencio de las palabras, - esas mismas palabras que son rutinarias en el ejercicio de la comunicación – de pronto, ante la inesperada noticia del fallecimiento del viejo y apreciado amigo, empezaron a repicar en mi mente, tañidos de dolor, y a la vez, como una especie de hilo grueso, se atragantaron en mi garganta, anudándose en el estómago, sin permitirme hilvanar palabra alguna.
Y es que, el entrañable amigo, Ascanio Ramos Sotelo, que hoy debe  estar gozando de la paz eterna y las luces refulgentes donde moran las almas buenas, en vida, a lo largo de estos últimos siete lustros que radico en Ica, fue uno de mis mejores amigos, con quien, pese a nuestras diferencias ideológicas, compartí incontables e inolvidables tertulias, todas llenas de alegrías y anécdotas, y otras tantas de debates sin sabores, enfrascados en nuestros sueños utópicos, por una patria más justa y solidaria.
Tantas veces hemos encendido nuestras noches de insomnio con poemas tristes como el de Manuel Scorza: Oyeme, Patria:/ Yo como tú estoy hecho con el metal del humillado./ En las sierras se muerden la nieve/ hombres amargos como yo;/en las aldeas tropiezan con su pecho/ hombres heridos como yo;/ en pueblos pálidos se buscan entre las cáscaras/desgraciados como yo.
Un antiguo proverbio popular, señala: El verdadero amigo, por encima de las antípodas de las pasiones políticas partidarias, que en más de las veces suelen separar a las personas, hasta convertirlos en sectarios y enemigos, no es aquel que te seca las lágrimas cuando lloras, sino el que hace todo lo posible para que no derrames ninguna.
Los días que conocí a Ascanio, además del cabal ejercicio de sus funciones en la Jefatura de la hoy Sanidad de la PNP, la docencia en la Universidad San Luis Gonzaga, y su acendrada dedicación en el campo de la psiquiatría, en el hoy denominado Es Salud, fue uno de los pocos apristas con quien alterné, sin los clásicos remilgos del torpe sectarismo que aún subyace en todas las tiendas políticas, pues siempre supo poner en alto sus dotes de maestro y fundamentalmente por sus inocultables  manifestaciones de  pleno respeto a la escala de valores humanos y morales, tan escasos en el país, siempre alimentaron vigentes nuestra larga amistad.
Los restos mortales de este excepcional médico, en pleno cumplimiento a su decisión tomada en vida, sus exequias se efectuaron el domingo 18 del presente mes en su tierra natal Huarmey. En cuyos aposentos telúricos, han empezado a germinar nuevamente sus pasos iniciales, seguramente hasta convertirse en el núcleo fértil de la tierra madre, del que emergió hace 82 años. Así como las olas del mar, que regresan al mar, hoy reposan sus restos mortales en su bien amado pueblo.
En Eclesiastés 3:12, se precisa que todo tiene su tiempo, y todo tiene su hora. Tiempo de nacer. Tiempo de morir y tiempo de honrar. Ya vendrán tiempos, para escribir con más amplitud, sobre la vida y obras de este excepcional maestro y dilecto amigo, cuya presencia para sus amigos siempre ha sido y será como la sangre que ha sabido acudir a la herida, sin esperar que la llamen. Descansa, pues, en paz inolvidable amigo.
 
(*) www.lavozdeica.com

jueves, 15 de septiembre de 2011

Ica, necesita agua a gritos


Antenor Maraví Izarra(*)  

El fantasma del agotamiento de las aguas subterráneas del valle iqueño, es una realidad innegable, y es de vieja data, que empieza en los años 40 del siglo pasado, en ese ineluctable proceso, poco a poco fueron secándose las aguas de las otrora bellas lagunas de Ica: La Huega, La Victoria, Saraja, entre otras, y, desde hace aproximadamente diez lustros atrás la bella laguna de Huacachina, debido a la progresiva disminución de la napa friática del subsuelo, fue perdiendo su carga hídrica natural, y a la fecha pese a que  es mantenida con aguas bombeadas de pozos cercanos, su nivel acuífero nunca más volvió ni volverá a tener el volumen que alcanzó en los años de su mayor esplendor, convirtiéndose en un maravilloso oasis de encantos variados, que hoy sin duda, exigen a la población y las autoridades tomar conciencia de esta emergencia hídrica, y como tal, asumir  corporativamente las medidas de salvaguarda y protección.
Hay quiénes afirman que este agotamiento de las aguas subterráneas del valle iqueño, especialmente en estos últimos diez años, se debería al uso incontrolado y la explotación irracional de su almacenamiento acuífero, ocasionados por la agro exportación, y para colmo, lamentablemente agudizados por el innegable calentamiento global que empieza a sacudir en estos tiempos, el planeta tierra, con preocupantes alteraciones.
Ica es considerada, como el valle más seco de la costa peruana, y las sequías recurrentes a lo largo de su historia fueron causales del atraso de su desarrollo, aunque paradójicamente en estos últimos años se ha convertido como el escenario de la mayor exportación agrícola del país, debido a ello, Ica es actualmente una tierra de gran atracción para los comerciantes e inversionistas de variada índole, generando positivos   cambios con la presencia y oferta de diversos hiper mercados y entidades crediticias, que sin duda, son el indicador de que las zonas urbanas, vienen confrontando  grandes adelantos, amén de la explosión demográfica y las posibilidades de mano de obra, empero la gran interrogante es, ¿Hasta cuando será  posible contar con el suficiente abastecimiento de los actuales recursos hídricos, cada vez más escasos?.
La gestión del agua en Ica y para Ica, debe ser para todos una exigencia prioritaria y sensible, especialmente para quienes tienen la responsabilidad gubernamental, por ello es preocupante que en el histórico pleno del Congreso de la República llevado a cabo el 8 de Septiembre en Ica, no hayan aprobado la moción para declarar en emergencia y debatir los importantes proyectos de irrigación, que tanta falta hacen para el real desarrollo sostenido de  estas tierras ubérrimas y fértiles por excelencia, que sin duda, habrán de jugar un rol decisivo en la futura integración del anunciado proceso de macrorregionalización.
En Ica, hay mucho por hacer, y posiblemente igual que la buena voluntad de las nuevas autoridades, pero para lograr su eficacia y eficiencia de gestión, es menester auscultar  y priorizar las demandas del pueblo.
El agua, especialmente para los pequeños y medianos agricultores de Ica, desimanados heroicamente en las variadas vertientes rurales, de tierras fértiles y otras tantas eriazas,  siempre ha sido sinónimo de alegría, vida y alimento del pueblo, y otras veces, convertidas en bellas lagunas, como la legendaria Huacachina, depositaria de leyendas, tradiciones e incontables historias de amor, que además de luchar contra la aridez de la tierra, es ese espejo mágico del pueblo, donde tantas veces quedó grabada su alma y recuerdos imperecederos, antes que cualquier demanda, por más importante que ellas sean en el supuesto beneficio del pueblo, no debemos olvidar que el derecho al agua es la más importante, porque representa la vida y el sustento de su variada e incomparable riqueza agrícola y frutícola, que deben garantizarse como un legado bendito a las nuevas generaciones.

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miércoles, 7 de septiembre de 2011

Es hora de destapar la olla putrefacta de la corrupción


 
Antenor Maraví Izarra (*)

Hacen 191 años, la expedición libertadora al mando del generalísimo Dn José de San Martín, desembarcó en la bahía de Paracas-Pisco, un día como hoy, posteriormente  proclamar en Lima la independencia nacional, del yugo español. Tres años después, frente a los azarosos tiempos que seguía confrontando la naciente república, el libertador Simón Bolívar, días antes de la batalla de Ayacucho, remarcó en voz alta: “…Los únicos sueños que pueden hacerse realidad, son aquellos que los hombres y mujeres de los pueblos, saben que son necesarios realizar, pero tienen que ser honestos y poner sus servicios a las causas superiores de ese pueblo”.
Hoy, enlazamos estos mismos sueños; pero adecuados a la realidad imperante, que no son otros, que las viejas demanda de moralización y sanción ejemplar contra los que traficaron con el dolor del pueblo iqueño que tan dramáticamente fue devastado  por el terremoto del 15 de Agosto  del 2007, del que hasta la fecha la gran mayoría de los afectados siguen confrontando interminables vía crucis, en tanto los malhechores que acrecentaron sus sufrimientos, amparados en la indefensión y la impunidad imperantes entonces, hoy siguen disfrutando campantes e inermes de sus frondosas fechorías.
No debemos olvidar que las garras de esta purulenta situación, empezó a funcionar a escasos minutos de producido el terremoto, en los que sin ningún ápice de solidaridad humana con los miles de damnificados de la provincia de Pisco, encabezados por el militante aprista Julio Espinoza, funcionario del Sistema Integral de Salud (SIS), urdieron la sobre valoración en la adquisición de raciones de alimentos destinados para los damnificados.
De un total de catorce millones de nuevos soles que solicitaron a la caja fiscal, en menos de lo que canta un gallo, se embolsicaron dos millones y doscientos veintiocho mil nuevos soles, con el agravante de que las supuestas raciones que fueron transportados en barco entre los días 18 de agosto y 11 de septiembre del 2007, no existen sustentaciones, ni evidencias que precisen tanto la cantidad, recepción y la distribución. Es más, los supuestos documentos que fueron archivados y almacenados fueron sustraídos, igual que los USB de la ex ejecutiva de BTR, denunciados por Giselle Giannotti. Tras esta fechoría, continuaron campantes y sonantes una serie de corruptelas, diversificadas en diferentes instancias del aparato burocrático de la administración pública, en los que festinaron una serie de peculados, omisiones, malversaciones, entre otros, con indicios razonables de delitos de colusión. Hay una cifra de 1,123 millones de nuevos soles, anunciados por el propio ex presidente Alan García, pendiente a la rendición detallada de cuentas con la consiguiente sanción, a los que incurrieron en las graves irregularidades, detectadas por la Comisión de Fiscalización y Contraloría del Congreso de la República, presidido por el ex congresista José Vega Antonio, referidos al proceso de reconstrucción de las zonas afectadas por el terremoto en las provincias Ica, Chincha y Pisco, que  actualmente duermen en  las calendas griegas, debido a la inercia conspirativa de la mayoría congresal aprista y sus aliados.
Frente a estos hechos, los actuales gobernantes y las clases políticas tienen que dar muestras claras de su compromiso efectivo con la moralización, detectar y sancionar a todos los corruptos. Estamos rodeados de una vieja cleptocracia burocrática, y no hay que olvidar, muchos de estos inmorales, entre ellos ex parlamentarios, siempre han predicado falsas morales. Es hora de destapar la olla y sancionar ejemplarmente a quienes han causado tanto daño al país.
Sin el alma de un pueblo y respetar sus elementales derechos de bienestar y equidad social, no es posible gobernar y menos entender sus exigencias, cualquier gestión que se haga será poco y siempre demandará esa dosis de buen gobierno, caracterizado por la transparencia en los actos y el derecho a ser informado. No debemos olvidar, que el pueblo es el soberano de todos, con plenos derechos a soñar y ser atendido, tal como afirmara el libertador Simón Bolívar. 

viernes, 2 de septiembre de 2011

Tiempos de cambios conductuales


Antenor Maraví Izarra (*)
La histórica decisión del actual Congreso de la República, a escasos 10 años del bicentenario de la proclamación de la Independencia Nacional, para sesionar fuera de Lima, en este caso, iniciar en la región Ica los días 7 y 8 del presente mes, sin duda, es una revolución gubernamental, no solo porque rompe los borrosos binoculares, de quiénes entornillados a sus vetustos escaños, carentes de una visión real de la problemática de los pueblos a los que representan, en su gran mayoría. - que, tradicionalmente se dedicaron a tejer oscuros conciliábulos y pactos de conveniencia político partidarios y personales - En adelante los llamados “padres de la patria”, en vez de bostezar a raudales y rasgarse las posaderas, serán obligados a conocer y dialogar con los pueblos olvidados. Por fin el pueblo empezará a tomar contacto y demandar en vivo y directo con sus representantes, obligados a auscultar y percibir in situ sus múltiples demandas.
Es más, en el denominado programa “El Congreso con el pueblo”, se ha previsto que sesionará y llevará a cabo sus plenarias en varias ciudades del país, para cuyo efecto, la última semana de septiembre, los 130 congresistas desarrollarán sus funciones congresales en las localidades a las que representan, para cumplir sus obligaciones con los pueblos que los eligieron. En adelante, rendirán cuentas al pueblo, en caso contrario, ser sometidos a la esperada revocatoria.
Esta revolución de 180 grados que empieza a marcar el nuevo parlamento nacional, que duda cabe, es el inicio de nuevas luces de cambio y esperanzas, las famosas calendas griegas donde otrora fueron echadas innumerables proyectos y exigencias de ley para el desarrollo de los pueblos, nunca más deben repetirse.
Ante esta aleccionadora decisión, a quienes aprovechando los micrófonos y cámaras de los medios de comunicación, proclaman a viva voz, austeridad en los gastos parlamentarios, como es el caso del denominado “Techito” les recordamos, conocer la realidad de los pueblos, es auscultar el rostro del olvido y la deliberada exclusión que han confrontado cuasi inmemorialmente, por consiguiente es hora de entender que el país exige cambios conductuales.
En el caso de Ica y las provincias afectadas por el devastador terremoto que asoló hace cuatro años, dejando un doloroso saldo de pérdida de más de 600 vidas humanas, entre hombres, mujeres, niños y ancianos; y más de 52 mil viviendas destruidas y 23 mil 600 por reconstruir, sin contar innumerables infraestructuras públicas de variada índole, lo más grave y preocupantes, son los innumerables latrocinios y corruptelas que imperaron impunes, que hoy son actas de acusación contra la inoperancia del Estado.
Por consiguiente, desde esta columna de opinión, saludamos la esperanzadora y renovadora decisión gubernamental del Congreso, solidarizándonos plenamente en la eficacia y eficiencia de su plausible misión.
(*) Diario Regional La Voz de Ica