Antenor Maraví Izarra (*)
Mientras que los representantes del Gobierno Central se disponían con pasos de tortuga a iniciar la búsqueda de viabilidad al publicitado proyecto minero Conga en Cajamarca, lamentablemente
esta suculenta intención minera de inversión privada, ha sido cancelada
por la empresa promotora Yanacocha, debido a que en estos últimos seis
días, la contraparte, en este caso los dirigentes de los comuneros,
incluido el Presidente Regional, empezaron a encender bombardas
pirotécnicas y verbales preconcebidas, la masa popular a su vez, con la
dramática información de que se borrarían del mapa geográfico las cuatro
importantes lagunas, una de ellas ubicada en la cabecera de la cuenca, y
las lagunas chelce y azul, se convertirían en depósitos de desmontes,
con la consiguiente desaparición de humedales, bofedales y los ríos que
siempre alimentaron y colmaron de fertilidad a sus ancestrales tareas
agrícolas y pecuarias.
Esta
alarmante noticia, a la postre sirvió como una razón y justificación a
sus demandas de protección ambiental, convirtiéndose en una especie de
levadura, generando una masiva protesta popular, cada vez
más creciente e incontrolable, cuyo corolario, conforme dan cuenta los
medios de comunicación, a la fecha ha generado la cancelación del
proyecto minero.
Tras
este innegable desazón gubernamental, la pregunta inevitable es ¿Se
seguirá apostando con la misma vehemencia tanto por el oro y el agua,
sin proyectos ni estrategias para el logro de estos objetivos?, pues
lamentablemente hemos ingresado a una preocupante disyuntiva, de cumplir
o no, con las propuestas sociales, y aquí lo censurable es que los
estudios de la realidad ambiental, con los que se hicieron las
tratativas de su autorización en el proyecto Conga, han sido mal
ejecutados y dejados a sabiendas por el ex presidente García,
convirtiéndose en una bomba de tiempo, que sin duda, hacen peligrar el
cumplimiento de las promesas electorales del Presidente Humala, con el
agravante de la velada carencia de equipos y contingentes profesionales
que previamente debían de haber detectado estos lamentables costos de
gobernabilidad.
El
caso de Paracas de la Región Ica, es otra bomba de tiempo sembrada por
el gobierno saliente, por haber emitido entre gallos y media noche la
Resolución Ministerial Nº 312-2009-MEM/DM del 13/7/09 declarando como
zona apta para la instalación del Complejo Petroquímico de Nitratos del
Perú, en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional de Paracas,
convirtiéndose en un grave atentado de lesa cultura y ambiental a su
intangibilidad como Area Natural Protegida, en menoscabo a su
ecología ambiental y la basta biodiversidad marítima con que cuenta, por
lo que las fuerzas vivas de Pisco, encabezados por Catalino García
Briones, Presidente de la Coordinadora Provincial de la sociedad
civil de la provincia de Pisco, vienen desplegando una serie de
gestiones y protestas solicitando el cambio de ubicación para la
instalación de este Complejo Petroquímico promovido por el Grupo Brescia
como accionista mayoritario, en sociedad con la empresa chilena Siglo
Kappers (49%) constituida por militares retirados de la Fuerza Armada
chilena, destinado a la producción de explosivos.
Las incesantes protestas y las oposiciones de las fuerzas organizadas del pueblo, tienen su
razón de ser, entre otros, a ser escuchados y buscar las salidas de
entendimiento recíproco a sus demandas para evitar en el futuro casos
como el levantamiento masivo del pueblo cajamarquino. Es tiempo de abrir
una nueva etapa en la vida del país y de garantizar el
establecimientote de un gobierno sólido pero en constante contacto con
el pueblo, escuchando sus justas demandas, que refleje en los hechos, la voluntad de hacer de la política un ejercicio ético y democrático, que le dé al país reales perspectivas de atender en primera instancia a
los excluidos, que evite los errores del pasado. Antes que la
imposición tiene que primar la fuerza del diálogo y la concertación.