Editor: Antenor Maraví
Confidencias en Alta Voz: Pisco en la historia y sus retos de desarrollo

jueves, 8 de diciembre de 2011

Pisco en la historia y sus retos de desarrollo

Por: Antenor Maraví Izarra (*)



Si acaso existe un pueblo en todo el litoral peruano, con una riquísima heredad histórica, una envidiable ubicación geográfica y una incomparable ecología ambiental, capaz de promover el turismo en gran escala, sin lugar a dudas, ese pueblo es Pisco, considerado justicieramente como puerto de la libertad, donde es fácil llegar por aire, tierra y mar.

Entre los principales hitos históricos del país, ocurrido en este pueblo, cabe señalar que hace 191 años desembarcó en la bahía de Paracas la Expedición Libertadora al mando del general Dn José de San Martín, y en esa misma fecha, inspirado en el vuelo de los flamencos con sus alas desplegadas de rojo y blanco, se crearon en sus playas los colores de la bandera nacional del Perú.

Pisco, es un puerto de pescadores y estibadores por excelencia, donde sudorosos y curtidos rostros de hombres de mar, aún siguen retornando triunfantes en cada amanecer a sus caletas artesanales de la lagunilla, puerto de lechuzas, el chaco, la puntilla y San Andrés, con sus lanchas repletas de pecados y mariscos. Este puerto histórico, es un lugar muy singular, donde inclusive el cóndor desciende de su pedestal alto andino en búsqueda de su abundante biomasa marina, escoltada y orlada por el incesante vuelo de miles de piqueros, gaviotas, pelícanos, circunscritas a la incomparable policromía que retratan todos los atardeceres, las aguas transparentes de esta importante bahía.

La Reserva Nacional de Paracas:
Tiene una extensión de 335 mil hectáreas, que comprende casi toda la bahía, entre terreno firme y aguas marinas, creada básicamente para conservar tanto las especies marinas como terrestres en peligro de extinción; asimismo para preservar y proteger su riqueza biogeográfica y su incalculable valor histórico, logrando un justo equilibrio en su aprovechamiento racional.

Entre otros fundamentos para su creación como reserva nacional se incidió en la calificación de que la zona es un gran emporio de innumerables especies marinas, muchas de ellas en peligro de extinción, tales como el gato marino, lobos marinos chuscos y finos, tortugas, diversidad de gaviotas, zorros y cóndores y otros, amén de que es el asiento más grande de la milenaria cultura Paracas, famosa universalmente por sus tejidos, los fardos funerarios y la trepanación craneana.

Además es un lugar riquísimo en geología, paleontología y orografía. Esta importante bahía, en diversas oportunidades ha contado con la presencia de investigadores y estudiosos tanto extranjeros como nacionales, citándose entre otros, a Jorge Muelle, Mejía Xesspe, Julio C. Tello, Alfred L.Kroeber, H. G. Gayton, William Strong, Felipe Benavides, Alejandro Pezzia Asseretto y María Reiche, quienes en vida recomendaron su protección y conservación.

Paradójicamente, esta importante reserva, en muchas oportunidades fue escenario no solo de saqueadores, huaqueros y buscadores de tesoros que incesantemente han profanando y deformando su intangibilidad histórica, sin control ni sanción alguna, sino que, en estos últimos tiempos la presencia de vehículos areneros han venido ocasionando incalculables destrozos, de ahí que es muy importante asumir con seriedad su necesaria protección, tanto a su biodiversidad ecológica ambiental, así como su incomparable legado histórico patrimonial.

Esta hermosa tierra, es además, cuna de hombres ilustres como Carlos I. Pedemonte, Gerardo Pérez Figuerola y Raúl Porras Barrenechea, entre otros, además es inspiradora de escritores de la talla de Abraham Valdelomar y José Hidalgo. Y como tal, es y debe ser merecedora de una mejor atención y salvaguardia de sus autoridades y gobernantes de turno.



(*) http://www.lavozdeica.com

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