Solidaridad con los damnificados de Sacta:
¡Obras son amores, y no buenas razones…!
Antenor Maraví Izarra
Mientras los gobernantes, llámense a nivel nacional, regional o local siguen encandilados en inútiles discrepancias y eximiéndose de responsabilidades, el 10 de diciembre último, coincidente al Día de la Declaración Universal de los DDHH, un novedoso conjunto habitacional compuesto por 61 viviendas independientes, incluida una casa comunal y un parque amplio, construidas gracias a la sumatoria de instituciones públicas, privadas y el generoso apoyo de organismos internacionales, gestada por la Comisión de Derechos Humanos de Ica, fue entregada a los damnificados del terremoto del 15 de Agosto del 2007, en la comunidad rural de Los Castillos de Sacta, comprendida en la jurisdicción del distrito Santiago - Ica.
Esta importante obra de solidaridad social, bien podría servir como un modelo organizativo y coordinación de esfuerzos para las autoridades locales y regionales, que es posible llevar a cabo una reconstrucción sostenible y participativa, pero tiene que haber esa dosis de voluntad y un poco de imaginación; y como tal es posible contar con el apoyo de las empresas y el pueblo en su conjunto pueden sumarse en esta cruzada de solidaridad. Lo que hace falta es voluntad y creatividad en el accionar.
Reza un viejo aforismo: “Obras son amores, y no buenas razones”, y es que no hay peros que valgan, es posible vencer barreras y obstáculos cuando se quiere actuar en bien de quienes requieren de esa solidaridad humana, como es el caso ilustrativo de los Castillos de Sacta.
Pero en el anverso de esta importante y ejemplar sumatoria de buena voluntad, duele en el alma, la constatación de decenas de miles de damnificados, especialmente de las zonas urbano marginales y rurales de la región Ica, que pese a haber transcurrido dos años y cinco meses, debido a la inoperancia de las autoridades, continúan en precarias condiciones en carpas de plásticos y chozas de esteras, retratando una dramática realidad. En esta realidad el artículo uno de la Constitución del país, que proclama: “La persona humana es el fin supremo de la sociedad y el Estado”, tiene olor a burla, pobreza y abandono, como diría César Vallejo (duele mirar el lomo sangrante y cotidiano del pueblo olvidado).
¿Cómo se ha logrado el milagro de Sacta?
Tras el devastador terremoto del 15 de Agosto, que dejó un saldo de 595 fallecidos, 318 desaparecidos, 319 mil 886 damnificados y 76 mil viviendas destruidas, la situación además de dramática, exigía solución y participación de las fuerzas vivas y el pueblo; pero a medida que pasaban los meses, la situación era cada vez más insostenible. Ante esta realidad, Codehica que hasta entonces se había abocado a la promoción y defensa de los derechos dentro de los cánones educativos, sociales, legales, fomento de políticas públicas a favor de los sectores vulnerables, defensa de la democracia, el medio ambiente y asesoramiento a los municipios, entre otros, se vio precisado a ampliar y priorizar sus objetivos y metas en la atención del pueblo damnificado.
Como diría el recordado Mario Benedetti, en una tertulia de poetas, cuando uno de los presentes le preguntó ¿Por qué cantamos?, ¿Si cada hora viene con desilusiones e inesperados abrazos de dolor envueltos en pañales de aluviones y terremotos, si el tiempo es una cueva de promesas y mentiras, la vida es un blanco móvil, si el pueblo se muere de tristeza y el corazón de los seres humanos se hacen añicos en cada instante?.
Benedetti, autor del poema ¿Por qué cantamos?, respondió: “Cantamos porque los sobrevivientes y nuestros muertos quieren que cantemos. Cantamos porque el grito no es bastante y no es bastante el llanto ni la bronca, cantamos porque creemos en la voz del pueblo y nuestros muertos, y porque un día venceremos toda esta pesadilla, donde las autoridades empiecen a entender que su responsabilidad mayor es estar al lado del pueblo, atender sus necesidades y servir sus nobles ideales; y cantamos porque somos militantes de la vida, y si otros no hacen, pues nosotros empecemos a hacer. Es hora de hacer y porque no podemos ni queremos dejar que la canción se haga cenizas”.
Así pues, en un giro de 180 grados, ingresamos en esta importante cruzada de acompañamiento y apoyo a los damnificados del terremoto, desde entonces a lo largo de estos meses, un importante equipo de profesionales y técnicos empezaron a delinear las tareas, para cuyo efecto se trazaron estrategias y calendarios a cumplir, entablándose variados contactos y coordinaciones. Previamente se cumplió con la selección rigurosa de las familias beneficiarias, entre ellas en la consideración de ser moradores-residentes a la fecha del terremoto. Haber perdido sus viviendas y tener la calificación de Defensa Civil.
Entidades que sumaron esfuerzos y valiosos aportes
En el caso específico de Sacta, se contó con el generoso apoyo económico del Ing. Ricardo Bustamante Cillonez, Gerente del Fundo Agrícola San Fernando, quien pagó el Costo total del terreno destinado para el reasentamiento de los damnificados, distribuidos en 61 viviendas c/u de 160 m2, más una área grande para el parque y un local comunal.
Igualmente, cabe resaltar el apoyo desplegado por el Alcalde de la Municipalidad Distrital de Santiago, Ismael Carpio Solís, con el aporte del saneamiento físico-legal, servicios de agua, electricidad y la dirección técnica.
Asimismo cabe resaltar el importante apoyo del Programa de Cooperación Internacional: Junta de Andalucía (España) financiador del “Bono para el módulo de vivienda básica”, y es importante destacar la presencia de la ONG Solidaridad Internacional Andalucía, comprometida con la erradicación de la pobreza en el mundo, entidad promotora del proyecto Sacta.
En la ceremonia de bendición e inauguración de las viviendas, el Presidente de la Asociación de Sacta, Cirilo Villagaray, en palabras emocionadas agradeció tanto al Presidente Ing. Gustavo Echegaray Aguirre y al Secretario Ejecutivo de la Comisión de Derechos Humanos de Ica, P. José Manuel Miranda Azpiroz, por ser los artífices de esta importante obra de bien social. Igualmente dirigiéndose a uno de los representes de los organismos financieros de España, Manuel Martínez Ocon, Presidente de Solidaridad Internacional de Andalucía, se comprometió a viva voz, que todos los domingos serán izadas las banderas de España y Perú en el naciente parque de Sacta, como gratitud y homenaje al apoyo recibido.
El derecho a la vivienda digna
El derecho a la vivienda de los seres humanos, es una condición esencial para que puedan realizarse otros derechos. Cuando no se cuenta, dificulta el derecho a la educación, a la salud y al libre desarrollo de la personalidad, impracticable en cobijos de carpas y chozas de esteras. Menoscaba a la dignidad humana.
De modo que las autoridades, deben poner las barbas en remojo, pues en materia de fomento y construcción de viviendas para los damnificados del terremoto, poco o nada han hecho, caracterizados por esa irritante incuria. Es hora de ponerse las pilas, y entiendan que gobernar es fundamentalmente solucionar y/o coadyuvar en la búsqueda de alternativas ante las justificadas exigencias del pueblo que los eligió.
Esta importante obra de solidaridad social, bien podría servir como un modelo organizativo y coordinación de esfuerzos para las autoridades locales y regionales, que es posible llevar a cabo una reconstrucción sostenible y participativa, pero tiene que haber esa dosis de voluntad y un poco de imaginación; y como tal es posible contar con el apoyo de las empresas y el pueblo en su conjunto pueden sumarse en esta cruzada de solidaridad. Lo que hace falta es voluntad y creatividad en el accionar.
Reza un viejo aforismo: “Obras son amores, y no buenas razones”, y es que no hay peros que valgan, es posible vencer barreras y obstáculos cuando se quiere actuar en bien de quienes requieren de esa solidaridad humana, como es el caso ilustrativo de los Castillos de Sacta.
Pero en el anverso de esta importante y ejemplar sumatoria de buena voluntad, duele en el alma, la constatación de decenas de miles de damnificados, especialmente de las zonas urbano marginales y rurales de la región Ica, que pese a haber transcurrido dos años y cinco meses, debido a la inoperancia de las autoridades, continúan en precarias condiciones en carpas de plásticos y chozas de esteras, retratando una dramática realidad. En esta realidad el artículo uno de la Constitución del país, que proclama: “La persona humana es el fin supremo de la sociedad y el Estado”, tiene olor a burla, pobreza y abandono, como diría César Vallejo (duele mirar el lomo sangrante y cotidiano del pueblo olvidado).
¿Cómo se ha logrado el milagro de Sacta?
Tras el devastador terremoto del 15 de Agosto, que dejó un saldo de 595 fallecidos, 318 desaparecidos, 319 mil 886 damnificados y 76 mil viviendas destruidas, la situación además de dramática, exigía solución y participación de las fuerzas vivas y el pueblo; pero a medida que pasaban los meses, la situación era cada vez más insostenible. Ante esta realidad, Codehica que hasta entonces se había abocado a la promoción y defensa de los derechos dentro de los cánones educativos, sociales, legales, fomento de políticas públicas a favor de los sectores vulnerables, defensa de la democracia, el medio ambiente y asesoramiento a los municipios, entre otros, se vio precisado a ampliar y priorizar sus objetivos y metas en la atención del pueblo damnificado.
Como diría el recordado Mario Benedetti, en una tertulia de poetas, cuando uno de los presentes le preguntó ¿Por qué cantamos?, ¿Si cada hora viene con desilusiones e inesperados abrazos de dolor envueltos en pañales de aluviones y terremotos, si el tiempo es una cueva de promesas y mentiras, la vida es un blanco móvil, si el pueblo se muere de tristeza y el corazón de los seres humanos se hacen añicos en cada instante?.
Benedetti, autor del poema ¿Por qué cantamos?, respondió: “Cantamos porque los sobrevivientes y nuestros muertos quieren que cantemos. Cantamos porque el grito no es bastante y no es bastante el llanto ni la bronca, cantamos porque creemos en la voz del pueblo y nuestros muertos, y porque un día venceremos toda esta pesadilla, donde las autoridades empiecen a entender que su responsabilidad mayor es estar al lado del pueblo, atender sus necesidades y servir sus nobles ideales; y cantamos porque somos militantes de la vida, y si otros no hacen, pues nosotros empecemos a hacer. Es hora de hacer y porque no podemos ni queremos dejar que la canción se haga cenizas”.
Así pues, en un giro de 180 grados, ingresamos en esta importante cruzada de acompañamiento y apoyo a los damnificados del terremoto, desde entonces a lo largo de estos meses, un importante equipo de profesionales y técnicos empezaron a delinear las tareas, para cuyo efecto se trazaron estrategias y calendarios a cumplir, entablándose variados contactos y coordinaciones. Previamente se cumplió con la selección rigurosa de las familias beneficiarias, entre ellas en la consideración de ser moradores-residentes a la fecha del terremoto. Haber perdido sus viviendas y tener la calificación de Defensa Civil.
Entidades que sumaron esfuerzos y valiosos aportes
En el caso específico de Sacta, se contó con el generoso apoyo económico del Ing. Ricardo Bustamante Cillonez, Gerente del Fundo Agrícola San Fernando, quien pagó el Costo total del terreno destinado para el reasentamiento de los damnificados, distribuidos en 61 viviendas c/u de 160 m2, más una área grande para el parque y un local comunal.
Igualmente, cabe resaltar el apoyo desplegado por el Alcalde de la Municipalidad Distrital de Santiago, Ismael Carpio Solís, con el aporte del saneamiento físico-legal, servicios de agua, electricidad y la dirección técnica.
Asimismo cabe resaltar el importante apoyo del Programa de Cooperación Internacional: Junta de Andalucía (España) financiador del “Bono para el módulo de vivienda básica”, y es importante destacar la presencia de la ONG Solidaridad Internacional Andalucía, comprometida con la erradicación de la pobreza en el mundo, entidad promotora del proyecto Sacta.
En la ceremonia de bendición e inauguración de las viviendas, el Presidente de la Asociación de Sacta, Cirilo Villagaray, en palabras emocionadas agradeció tanto al Presidente Ing. Gustavo Echegaray Aguirre y al Secretario Ejecutivo de la Comisión de Derechos Humanos de Ica, P. José Manuel Miranda Azpiroz, por ser los artífices de esta importante obra de bien social. Igualmente dirigiéndose a uno de los representes de los organismos financieros de España, Manuel Martínez Ocon, Presidente de Solidaridad Internacional de Andalucía, se comprometió a viva voz, que todos los domingos serán izadas las banderas de España y Perú en el naciente parque de Sacta, como gratitud y homenaje al apoyo recibido.
El derecho a la vivienda digna
El derecho a la vivienda de los seres humanos, es una condición esencial para que puedan realizarse otros derechos. Cuando no se cuenta, dificulta el derecho a la educación, a la salud y al libre desarrollo de la personalidad, impracticable en cobijos de carpas y chozas de esteras. Menoscaba a la dignidad humana.
De modo que las autoridades, deben poner las barbas en remojo, pues en materia de fomento y construcción de viviendas para los damnificados del terremoto, poco o nada han hecho, caracterizados por esa irritante incuria. Es hora de ponerse las pilas, y entiendan que gobernar es fundamentalmente solucionar y/o coadyuvar en la búsqueda de alternativas ante las justificadas exigencias del pueblo que los eligió.
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