Fachada de la casa donde nació Abraham Valdelomar(tercera cuadra de la
calle Arequipa) hoy convertida en terreno baldío, (orinario de los perros
callejeros):Nótese las placas de bronce, sus paredes y ventanales antiguas
a la fecha, todas fueron borradas del mapa.
Antenor Maraví Izarra (*)
En materia de defensa y salvaguardia del patrimonio cultural de la región Ica, sin duda, hay mucho pan por rebanar. Hay un antes y después del terremoto que devastó Ica el 15 de Agosto del 2007, en el que básicamente urge mirar ese después, colocado no solo en el fiel de la balanza sino en el real contrapeso de los hechos, y como tal, se debe actualizar tanto el acerbo y el mapa monumental histórico de la región, así como exigir a las autoridades pertinentes asumir a plenitud la defensa de este importante legado
Son innumerables los monumentos históricos que por la lamentable indiferencia de las autoridades de turno, fueron borrados alevemente del inventario patrimonial de casi toda la región Ica, entre ellas cabe referir la destrucción total de la casona que sirvió en Pisco como el Primer Cuartel General de la Expedición Libertadora, igual suerte corrieron las casas donde nacieron Abraham Valdelomar y Matías Manzanilla en Ica (la primera hoy convertida en un terreno baldío, cubículo de perros callejeros, y la segunda para la complacencia de los mercaderes, es una galería comercial).
Similar
abandono y atentado de lesa cultura a sus reliquias ornamentales
religiosas, viene ocurriendo con la Catedral de Ica, así como la casona
colonial donde funcionó el Instituto Pedagógico Juan XXIII. Este local,
hace más de dos décadas, por Ley 25041 fue declarado como sede de la
“Casa de Ciencia y Cultura: Abraham Valdelomar”; pero a excepción de la
ANEA- ICA y algunos comunicadores sociales, amantes de la cultura, nadie
movió una sola paja por convertir en realidad esta rara intención
promovida por el entonces parlamentario iqueño Fernando León de Vivero,
en el primer gobierno del ex presidente Alan García (de cuya incuria,
abordaremos con amplitud en próximo artículo).
Ante
estos hechos de indudable pusilanimidad y el silencio cómplice de
quienes no hicieron ni hacen nada por preservar y defender la memoria
histórica regional, urge demandar el levantamiento de un nuevo mapa del
patrimonio cultural, igualmente aclarar que la conservación de un
inmueble considerado como patrimonio cultural, no se contrapone al
progreso urbanístico y proceso de reconstrucción de las viviendas
afectadas. Es una obligación moral honrar a la memoria de los hijos
preclaros de un pueblo. ¿Qué pasaría si se destruye parte o todo nuestro
patrimonio cultural? Se perdería no sólo nuestra identidad, sino
también estaríamos borrando los indicios y los soportes de nuestra
memoria colectiva.
Es
pues, hora de enaltecer y defender nuestras raíces históricas, hay que
construir el presente, es tiempo de honrar solidariamente un futuro de
dignidad con la reafirmación de nuestras tradiciones y costumbres que
forman parte de nuestra identidad, reafirmadas y legadas muchas de ellas
por esa pléyade de hijos ilustres de nuestra milenaria heredad
cultural.
Pueblo
que no defiende su memoria es un pueblo sin alma ni identidad.
Recordemos que todos nuestros bienes, en verdad no son nuestros, somos
apenas las almas de esa memoria histórica del que un día
ineluctablemente formaremos parte a la medida de nuestros actos.
1 comentario:
Recuerdo muy bien esa casa, recuerdo que fue poco tiempo después de llegar a Ica, en una de las caminatas que hacía con mi padre que él apuntó una fachada diciéndome que esa fue la casa de Abraham Valdelomar.
Me emocionó conocer el lugar en donde vivió parte de su vida el autor de "El caballero Carmelo", "El vuelo de los cóndores" y el bello poema que tantas veces leímos en casa "El hermano ausente en la cena de pascua" (posteriormente conocí "Tristitia").
Me entristeció el que no fuese posible visitar los interiores de aquella casa, y más me entristece hoy el descuido y olvido que la habitan y la rodean.
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