Raúl Wiener
Antes de que García ordenara intervención de Sunat el sábado, hubo una reunión en Palacio de Gobierno entre el presidente, el ministro de Economía y el jefe de la Sunat.Para entender el misterio del organismo recaudador que de un día para otro se convierte en administrador de un canal de televisión hay que conocer de los peculiares modos de gobernar del APRA.
Así se podrá entender que el sábado, una hora antes de la conferencia de prensa de Alan García, se produjera una reunión en una de las salas de Palacio de Gobierno entre el presidente, el ministro de Economía y el jefe de la Sunat, para tratar el caso de Panamericana Televisión. Carranza había trabajado velozmente con Manuel Velarde, el Indecopi y un grupo de abogados para armar una salida al problema buscando caminos desde el día en que Genaro Delgado Parker sintió que ya había perdido la batalla judicial y decidió dejar el asunto en las manos del gobierno. Lo que puede pasar es muy grave, habrían convenido el presidente y el administrador judicial en retirada, porque nadie sabe lo que pasará con el canal si cambia de manos. Era preferible que las cosas no se muevan y la mejor opción era una administración temporal que podría manejarse flexiblemente para evitar sorpresas antes del período electoral.
El hecho era que la opción planteada por Genaro Delgado que era aparentemente la más razonable: declaratoria de insolvencia, calificación de las deudas, recalificación de Delgado Parker como acreedor, etc., de manera de llegar a una nueva administración, cojeaba de ambas piernas: (1) ya no tenía un representante válido de la empresa capaz de presentar la demanda; (2) no había tiempo suficiente para organizarla antes de la entrega del canal.
La explicación del alto grado de improvisación y atropello que se puede ver en todo el procedimiento para meter al Estado en Panamericana y hacer que quien dé la cara ante la justicia sea la Sunat y no Delgado Parker, responde a esta situación desesperada. Asimismo, a partir del lunes quien pasará a denunciar la insolvencia ya no será ninguno de los implicados originales en la disputa, sino el órgano tributario. Esto sería además el motivo por el que en sus declaraciones en su primer día como administrador, Alberto Cabello haya insistido tanto en las dificultades económicas para cumplir con sus obligaciones, lo que haría pensar que está apuntando a otro tipo de solución después de un primer tramo como supuesto administrador tributario.
Otro decreto de urgencia
Recién empieza a conocerse que en medio de los avatares del caso Panamericana, el gobierno preparó el golpe con un nuevo decreto de urgencia sacado de la manga del Consejo de Ministros.
Es el 061-2009, del 28 de mayo, que “precisa la participación de acreedores en procesos concursales”, que en resumen significa que en el futuro los acreedores vinculados a los deudores no podrán solicitar la insolvencia (lo que quería hacer Genaro), ni podrán votar en junta de acreedores, ni sus créditos serán tomados en cuenta en el quórum y las votaciones. Es evidente que la norma tiene nombre propio, aunque por extensión podría aplicarse limpiamente para los casos de América Televisión, ATV y otros.
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