Guillermo Bermejo Rojas
En nuestro amado país, cada dos o tres meses por cadena a nivel nacional salen las campañas donde futbolistas y actores, músicos y políticos nos invitan a colaborar con alguna causa. Somos pues el país de “La Teletón”. Sacan en las imágenes la terrible situación del friaje en el sur, los desposeídos del terremoto, los enfermos con sida, los niños quemados, los pacientes de cáncer y los hermanos con discapacidad física. Un millón por una causa otro por la siguiente. Y el pueblo sale cada vez sacando de donde no hay para colaborar por una causa que no se solucionara con colectas ni limosnas. La incapacidad de nuestros gobernantes de establecer una política de salud pública que responda a las urgencias de la realidad, su incapacidad de prevenir desastres y su corrupción generalizada que impida que lleguen por ejemplo las donaciones a quienes más lo necesitan, nos tendrá en un círculo vicioso de compasión y sacrificio innecesario.
Y digo innecesario, porque por ejemplo si hubiera un gobierno con pantalones, diría a los del FMI (Fondo Monetario Internacional) que se haga una auditoría sobre el tema de pagos para demostrar los turbios manejos en las que han timado al pueblo peruano todo este tiempo haciéndonos pagar una y otra vez esa deuda que más que externa se a vuelto eterna. 3500 millones de dólares les pagamos al año para que nos endeuden de nuevo y manejen nuestra economía, mientras nuestros hermanos se mueren en la cama de un hospital o zona de desastre.
Y si vemos que las empresas trasnacionales mineras se están llevando mas de 20 mil millones de dólares en sobre ganancias resulta insultante que este gobierno no tenga los cojones para cobrar impuestos a esas sobre ganancias y paliar el sufrimiento de nuestros hermanos en desgracia. Porque es también inaceptable esta saqueadora política de extraer minerales para exportarlas impidiendo la industrialización del país que generaría nuevos puestos de trabajo, independencia frente a la importación de objetos derivados de nuestras materias primas y desarrollo para los pueblos donde están estos recursos.
Es por eso que me quede estupefacto ante el discurso de Fiestas Patrias donde el Sr. Alan García anunció muy suelto de huesos que la pobreza en el Perú se reducía al 34%. Además nos dijo que estamos arañando el primer mundo. Tal vez pensé que era un mezquino no reconocer ese avance, que esos niños que limpian y esos viejos tirados en el Jr. Ica a tres cuadras de Palacio de Gobierno eran cosas de excepción. Lo dijo tan convencido que con ese palito han tropezado varios comentaristas políticos.
Así que me puse a buscar cual era el argumento del que García se había agarrado para decir que la pobreza se había reducido a la tercera parte de la población. Y me di con algo peor de lo que imaginaba. Resulta que para don faenón solo son pobres los que ganan 230 nuevos soles (80 dólares) para abajo, todos los demás estamos pasándola bien. Lo cierto es que hoy por hoy la canasta básica familiar se calcula en 2000 nuevos soles (800 dólares) y la remuneración minima vital debería ser de 1000 nuevos soles entendiendo que en la familia hay dos aportes tanto del padre como de la madre.
Bajo la lógica de García los que venden caramelos en las calles y hasta los mendigos que puedan acceder a 10 soles diarios no son pobres. No importa si viven en condiciones infrahumanas, en lugares sin acceso a los servicios básicos, no importa tampoco si no tienen acceso a la salud y medicamentos o si el acceso a la educación es nulo, no incorpora tampoco a su análisis si padecen de deficiencias alimentarias por mala nutrición. No, nada de eso ni mucho menos, solo dejas de ser pobre con 230 soles para adelante.
Por demás esta decir que es una barbaridad pensar que una persona pueda vivir siquiera con 230 soles. Porque si solo pensamos que cuesta 8 soles una botella de aceite entre 2y3 soles un kilo de arroz, 2 soles promedio medio kilo de fideos, 0.17 a 0.20 céntimos un pan, sin contar carnes, menestras frutas y verduras, sal, azúcar, 35 soles un balón gas para el uso de cocina, alquiler de un cuarto o mantenimiento del hogar, medicinas, útiles escolares y etc. queda claro que esos 230 soles se esfuman en menos tiempo de lo que se demora García en zamparse una empanada.
Y es realmente delirante que en un país donde la miseria nos saluda en la mañana y nos arropa al acostarnos, venga este farsante a decirnos que estamos tocando el cielo del primer mundo. Cuando tenemos el record latinoamericano de tuberculosis, un millón de niños fuera del sistema escolar, mil pandillas solo en la capital, cuando los policías forman parte de las bandas de delincuentes y secuestradores, las fuerzas armadas metidas en el narcotráfico, los funcionarios públicos embarrados en la corrupción, 80% de adolescentes que terminan la secundaria sin entender lo que leen, cuando el subempleo es lo normal y la prostitución infantil se ha multiplicado por mil en los últimos años, la mortandad infantil en aumento y la esperanza de vida solo llega a 60 años.
García se olvidó de varias situaciones que en el Perú aun se pueda vivir. Se indica que el 15 % de nuestra economía esta inyectada con dinero del narcotráfico, también por la divisas que casi un millón de peruanos mandan desde el extranjero. Así que si esto no se pone peor es porque, nos guste o no la sobrevivencia de nuestros compatriotas depende de esas figuras económicas, que nada tienen que ver con el apoyo del estado y mucho menos del desastroso modelo económico.
Pero empeora la situación los informes que demuestran que ya en estos días el Perú esta sufriendo de Peste Bubónica en el norte del país. ¿Cómo demonios se le puede ocurrir a García que un país que sufre de una peste que significa que las ratas están hasta en la sopa infectando a los pobladores puede ser del primer mundo? ¿Cómo rayos se le puede ocurrir que esa peste que asola hoy a parte del país con proyecciones de aumento va a ser compatible con el desarrollo? ¿En qué parte de su cabeza puede pasar que la peste bubónica que fue desterrada de Europa en el Siglo XIV y que aterra a nuestros compatriotas puede ser comparables con los estándares de salud de los países del primer mundo?
En definitiva seguiremos padeciendo de lo descrito que solo me ha servido como un ejemplo de lo que la dictadura de los opresores nos hace día a día mientras no tengamos la capacidad de unir nuestras fuerzas y luchar en todas las formas que encontremos posibles para la liberación de nuestro pueblo.
Y digo innecesario, porque por ejemplo si hubiera un gobierno con pantalones, diría a los del FMI (Fondo Monetario Internacional) que se haga una auditoría sobre el tema de pagos para demostrar los turbios manejos en las que han timado al pueblo peruano todo este tiempo haciéndonos pagar una y otra vez esa deuda que más que externa se a vuelto eterna. 3500 millones de dólares les pagamos al año para que nos endeuden de nuevo y manejen nuestra economía, mientras nuestros hermanos se mueren en la cama de un hospital o zona de desastre.
Y si vemos que las empresas trasnacionales mineras se están llevando mas de 20 mil millones de dólares en sobre ganancias resulta insultante que este gobierno no tenga los cojones para cobrar impuestos a esas sobre ganancias y paliar el sufrimiento de nuestros hermanos en desgracia. Porque es también inaceptable esta saqueadora política de extraer minerales para exportarlas impidiendo la industrialización del país que generaría nuevos puestos de trabajo, independencia frente a la importación de objetos derivados de nuestras materias primas y desarrollo para los pueblos donde están estos recursos.
Es por eso que me quede estupefacto ante el discurso de Fiestas Patrias donde el Sr. Alan García anunció muy suelto de huesos que la pobreza en el Perú se reducía al 34%. Además nos dijo que estamos arañando el primer mundo. Tal vez pensé que era un mezquino no reconocer ese avance, que esos niños que limpian y esos viejos tirados en el Jr. Ica a tres cuadras de Palacio de Gobierno eran cosas de excepción. Lo dijo tan convencido que con ese palito han tropezado varios comentaristas políticos.
Así que me puse a buscar cual era el argumento del que García se había agarrado para decir que la pobreza se había reducido a la tercera parte de la población. Y me di con algo peor de lo que imaginaba. Resulta que para don faenón solo son pobres los que ganan 230 nuevos soles (80 dólares) para abajo, todos los demás estamos pasándola bien. Lo cierto es que hoy por hoy la canasta básica familiar se calcula en 2000 nuevos soles (800 dólares) y la remuneración minima vital debería ser de 1000 nuevos soles entendiendo que en la familia hay dos aportes tanto del padre como de la madre.
Bajo la lógica de García los que venden caramelos en las calles y hasta los mendigos que puedan acceder a 10 soles diarios no son pobres. No importa si viven en condiciones infrahumanas, en lugares sin acceso a los servicios básicos, no importa tampoco si no tienen acceso a la salud y medicamentos o si el acceso a la educación es nulo, no incorpora tampoco a su análisis si padecen de deficiencias alimentarias por mala nutrición. No, nada de eso ni mucho menos, solo dejas de ser pobre con 230 soles para adelante.
Por demás esta decir que es una barbaridad pensar que una persona pueda vivir siquiera con 230 soles. Porque si solo pensamos que cuesta 8 soles una botella de aceite entre 2y3 soles un kilo de arroz, 2 soles promedio medio kilo de fideos, 0.17 a 0.20 céntimos un pan, sin contar carnes, menestras frutas y verduras, sal, azúcar, 35 soles un balón gas para el uso de cocina, alquiler de un cuarto o mantenimiento del hogar, medicinas, útiles escolares y etc. queda claro que esos 230 soles se esfuman en menos tiempo de lo que se demora García en zamparse una empanada.
Y es realmente delirante que en un país donde la miseria nos saluda en la mañana y nos arropa al acostarnos, venga este farsante a decirnos que estamos tocando el cielo del primer mundo. Cuando tenemos el record latinoamericano de tuberculosis, un millón de niños fuera del sistema escolar, mil pandillas solo en la capital, cuando los policías forman parte de las bandas de delincuentes y secuestradores, las fuerzas armadas metidas en el narcotráfico, los funcionarios públicos embarrados en la corrupción, 80% de adolescentes que terminan la secundaria sin entender lo que leen, cuando el subempleo es lo normal y la prostitución infantil se ha multiplicado por mil en los últimos años, la mortandad infantil en aumento y la esperanza de vida solo llega a 60 años.
García se olvidó de varias situaciones que en el Perú aun se pueda vivir. Se indica que el 15 % de nuestra economía esta inyectada con dinero del narcotráfico, también por la divisas que casi un millón de peruanos mandan desde el extranjero. Así que si esto no se pone peor es porque, nos guste o no la sobrevivencia de nuestros compatriotas depende de esas figuras económicas, que nada tienen que ver con el apoyo del estado y mucho menos del desastroso modelo económico.
Pero empeora la situación los informes que demuestran que ya en estos días el Perú esta sufriendo de Peste Bubónica en el norte del país. ¿Cómo demonios se le puede ocurrir a García que un país que sufre de una peste que significa que las ratas están hasta en la sopa infectando a los pobladores puede ser del primer mundo? ¿Cómo rayos se le puede ocurrir que esa peste que asola hoy a parte del país con proyecciones de aumento va a ser compatible con el desarrollo? ¿En qué parte de su cabeza puede pasar que la peste bubónica que fue desterrada de Europa en el Siglo XIV y que aterra a nuestros compatriotas puede ser comparables con los estándares de salud de los países del primer mundo?
En definitiva seguiremos padeciendo de lo descrito que solo me ha servido como un ejemplo de lo que la dictadura de los opresores nos hace día a día mientras no tengamos la capacidad de unir nuestras fuerzas y luchar en todas las formas que encontremos posibles para la liberación de nuestro pueblo.
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