Como
si hubiesen ensalzado el dicho popular: ¡Por fin parió Paula!, en el
Pleno del Congreso de la República, entre notorias abstenciones y
ausencias, luego de casi un año de lento accionar, por fin, el jueves
último se logró la aprobación del Informe de la Comisión de
Fiscalización que preside el congresista Rogelio Sánchez, sobre el mal
manejo económico de los fondos destinados para la reconstrucción de las
zonas devastadas por el terremoto del 2007, que asoló dramáticamente las
provincias, Chincha, Pisco e Ica de la región Ica,entre otros.
Lo
curioso e hilarante, es que en dicho pleno congresal, pese a existir
variados documentos e indicios que implican la responsabilidad de los ex
ministros de Economía y Vivienda, Luis Carranza y Hernán Garrido Lecca,
respectivamente, inesperadamente en plena sustentación optó por omitir
sus nombres(¿?).
Es
más, al parecer esta comisión no ha tomado en cuenta el voluminoso
informe de la Comisión que les antecedió, bajo la presidencia del ex
parlamentario José Vega Antonio, en los que se dan cuenta de
innumerables y variados indicios y hallazgos de malos manejos de S/1,123
millones de nuevos soles, que en su oportunidad fue anunciado por el
propio ex Presidente García.
En torno a la corrupción que campeó en esos
años dramáticos, hay tanto que señalar y condenar. Disculpen la crudeza
de estas palabras, pero lo cierto es que, una turbulencia de aves de
rapiña y bandas organizadas de saqueadores de todo pelaje arredraron en esos años de tanto dolor para el pueblo damnificado.
En
esa especie de pandemia delictiva, en la que convirtieron,
especialmente al pueblo pisqueño, duele en el alma y será muy difícil
olvidar hechos ocurridos como el caso del Sistema Integral de Salud
(SIS)protagonizado por un funcionario de apellido Espinoza, quien de los
14 millones de nuevos soles que solicitó a la caja fiscal para la
adquisición de raciones de alimentos destinados para los damnificados
del terremoto del 15 de Agosto del 2007 de Pisco, a escasas horas de
producido, sin importarle un ápice el dolor reinante, en menos de lo que
canta un gallo se embolsicó dos millones y 228 mil nuevos soles, como
producto de la sobrevaloración de la irregular adquisición
de 219 mil 882 raciones que fueron transportados en barco desde el
Callao a Pisco entre los días 18 de Agosto al 11 de Setiembre, de cuya
cantidad, recepción y distribución, tampoco hay evidencias.
Son
innumerables los hechos y casos que ocurrieron, igual que el llanto
derramado por pueblo damnificado. Ojala que las investigaciones que
serán transferidas al Ministerio Público, surtan el real efecto,
confiamos que ello sucederá por el bien de la salud moral del país.
(*) www.lavozdeica
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