La propuesta del congresista y primer Vicepresidente de la República, Vice Almirante en retiro y especialista en Inteligencia Naval de la Marina de Guerra del Perú, nombrado como Comandante del Grupo de Operaciones Especiales del Centro, durante el primer gobierno de Alan García, que luego llegó a ocupar el cargo de Jefe del Estado Mayor General de la Marina en el Segundo Gobierno de Alberto Fujimori, don Luis Alejandro Giampietri Rojas, ha puesto al Perú al borde de ser considerado mundialmente en país intolerante, acaso salvaje o ineficiente para resolver sus problemas internos de seguridad, con apego a sus leyes y con irrestricto respeto a los derechos humanos.
El asunto es que según él –y a lo mejor, según cierto sector del partido aprista, de algunos militares o autoridades de rango inferior-, hay que “declarar al VRAE como zona de combate, y retirar a todos los civiles”, para luego bombardearlos, posiblemente desde el aire (suponiendo que así se va a exterminar a los narcoterroristas que vienen causando la muerte de policías y militares). Tal desliz verbal, impropio para un Especialista en Inteligencia de su nivel, y el segundo hombre de la política nacional, solo podría tener cabida en tiempos de desenfreno como los perpetrados en un Penal, que ha llevado a la matanza de indefensos reclusos, y ya no al comportamiento de un gobernante ubicado física y racionalmente en los tiempos de pacificación, de lucha por la paz y mucho menos de reconciliación nacional.
Así lo habrán entendido sus propios compañeros de partido, ni bien terminaba de hablar y apenas los medios replicaban su mensaje, empezando por el Premier Velásquez Quesquén, quien ni corto ni perezoso, tuvo que manifestar que no la comparte, indicando que eso podría ser hasta contraproducente, y resultaría negativo. La Fiscal de la Nación no se ha quedado callada y pidió tener calma y no responder a la barbarie con la barbarie, y el ex Presidente de la CVR Salomón Lerner advirtió que “eso sería infame e inconducente, pues significaría dar licencia para matar a cualquier persona inocente o culpable”.
Ahora, el inmediato pronunciamiento de las Autoridades Locales, las Organizaciones Sociales representativas del VRAE, como: la Federación de Productores Agropecuarios, La Federación de Clubes de Madres, los Comités de Autodefensa, AMUVRAE, la Organización AshaninKa del Río Apurímac y la población en general del VRAE, aclarando que “los últimos acontecimientos narcoterroristas se han producido en la Cuenca del Río Mantaro, específicamente en la frontera del VRAE…”, y dando a entender que 200 mil habitantes no tendría a donde ser trasladados, pone en entredicho el poco o nulo conocimiento de la realidad que tienen del Valle, los gobernantes de turno.
Por lo demás, el contundente pronunciamiento del FREDEPA que lidera Iber Maraví Olarte, y que ahora conoce el país entero, es una advertencia para personajes como Giampietri, a fin de que, lejos de estar intentando militarizar la zona, se pongan a trabajar en la lucha efectiva y eficaz contra el narcotráfico, por la reconciliación nacional, “lo que de ninguna manera significa conciliación de clases, que es lo permanente, ni mucho menos avalar el crimen del programa neoliberal…”.
Es decir, el globazo de ensayo lanzado por Giampietri, para ya barrer con los problemas del VRAE, a punta de bombas, fusiles y otros instrumentos sofisticados de guerra, no ha surtido efecto, ni podría hacerlo, por lo mismo que los impulsores del extermino, o se rectifican y atienden las necesidades del VRAE, CON la participación de sus 200 mil habitantes, hasta satisfacer “sus justas aspiraciones de vida digna”. Y en adelante, pensar antes de hablar.
Fuente:Editorial Diario La Calle
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