90 millones se sumarán este año a los 1,300 millones que viven en esa situación
Efraín Rúa
La crisis financiera global, que tiene como epicentro a Wall Street, hundirá a unas 90 millones de personas en la pobreza extrema a lo largo de este año, según un estudio conjunto del Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). En la actualidad, más de 1.300 millones de personas viven en la pobreza extrema en el mundo en desarrollo. La cifra equivale al 25 por ciento de la población mundial.
De acuerdo al “Informe sobre seguimiento global 2009” las cosas en el mundo van de mal en peor, pues existe una situación de “emergencia” en la que más de 1.000 millones de personas padecerán de hambre crónica como consecuencia de la “gran recesión” que afecta al planeta. De este modo queda confirmado que la contracción económica mundial revertirá los logros en la lucha contra la malnutrición, lo que hace “especialmente urgente” invertir en el sector agrícola, uno de los más olvidados por los gobiernos del Tercer Mundo, como el Perú.
El informe deja en claro también algo que ya habían advertido los estudiosos de la crisis internacional: que los países en desarrollo serán incapaces de alcanzar la mayoría de los ocho objetivos establecidos durante la Cumbre del Milenio de la Organización de Naciones Unidas (ONU) del año 2000 en Nueva York. El Banco Mundial cree que el primero de esos objetivos, que busca reducir a la mitad la pobreza extrema para el 2015 frente a los niveles de 1990, es todavía alcanzable, aunque se muestra pesimista.
Crece pobreza extrema
En 1990, un 41,7 por ciento de los habitantes del mundo en desarrollo vivía en la pobreza extrema, cifra que se ha acrecentado por obra de las políticas neoliberales que se impusieron en la década perdida. El estudio subraya que otra de las metas del Milenio, como la reducción de la mortalidad materna e infantil y la disminución del número de personas afectadas de Sida, malaria y otras grandes enfermedades, será difícil de alcanzar.
Por otro lado, se alerta que “millones de personas perderán sus trabajos en el 2009 y es necesario facilitar fondos de forma urgente a las redes de protección social (a proyectos), de infraestructura y a las pequeñas empresas de países pobres para una recuperación sostenida”, afirmó Justin Yifu Lin, economista jefe del Banco Mundial. Este año se prevé que el mundo en desarrollo sufra una contracción del 1,6 por ciento frente a tasas medias de crecimiento del 8,1 por ciento en el 2006 y el 2007.
El FMI vaticina un crecimiento negativo del 1,3 por ciento a nivel mundial. Además, se estima que los flujos de capitales hacia los países en desarrollo podrían reducirse en 700.000 millones de dólares en 2009 frente a los niveles máximos alcanzados en el 2007. Para cubrir el déficit de financiación, los líderes del G-20 acordaron en su reunión en Londres, triplicar los recursos del FMI, hasta los 750.000 millones de dólares.
El grupo también dio luz verde a una emisión en Derechos Especiales de Giro (SDRs), equivalente a 250.000 millones de dólares por parte del Fondo y que se repartirán entre los países miembros. El SDR es una moneda virtual creada por el Fondo, que administra un pequeño mercado donde los gobiernos la intercambian por divisas de verdad. Se espera que 100.000 de esos 250.000 millones de dólares vayan directamente a los países en desarrollo y 19.000 millones de los mismos a los países de ingresos más bajos.
A parar la crisis
Pero no todos están de acuerdo con estas medidas. La ayuda a los países pobres es insuficiente para hacer frente a la grave crisis que vive su gente, afirmó Bernice Romero, representante de Oxfam Internacional, al cuestionar como insuficientes los 120.000 millones de dólares que entregan los países ricos.
“Es una cifra insuficiente y una gota en el océano comparado con los 8,4 billones que se han movilizado recientemente para ayudar a los bancos en apuros”, afirmó Bernice Romero, al destacar que la aseguradora AIG ha recibido 50.000 millones de dólares de ayuda. “Los pobres necesitan su propio rescate”, indicó la experta al recordar que el G20 prometió 50.000 millones para ayudar a los pobres a capear la crisis en su reciente reunión de Londres.
Aumentan precios de alimentos
Los precios de los alimentos registran un acelerado ascenso en los países en desarrollo, en particular en Africa subsahariana, a pesar de mejoras en el suministro mundial de cereales, lo que puede provocar una nueva catástrofe humanitaria. Un comunicado de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) advirtió que las elevadas cotizaciones agravarán la situación de miles de millones de personas pobres, que ya sufren hambre y desnutrición.
La FAO explicó que 32 países en desarrollo continúan con emergencias alimentarias, a pesar de la buena cosecha de cereales durante el pasado año, lo que revela deficiencias en la distribución de los productos. Según datos de la FAO, en la mayoría de 58 países en desarrollo analizados (80 por ciento), aumentaron los precios de los alimentos en el último año, lo que afecta a la población pobre urbana y rural que depende del mercado.
Dicha información subraya que África subsahariana tiene la situación más dramática, ya que los importes domésticos del arroz son más elevados que hace un año y en el 89 por ciento de ellos ocurre lo mismo con el maíz, el mijo y el sorgo. Además, en Africa oriental unos 17 millones de personas sufren grave inseguridad alimentaria por las malas cosechas, los conflictos o una combinación de ambos factores, en especial en Somalia y Sudán. Mientras en la parte austral del continente padecen esa situación cerca de 8,7 millones de personas. Los precios de los alimentos también siguen altos en Asia, sobre todo el arroz, y en América Central y del Sur en lo que respecta al trigo y al maíz.
La FAO apuntó que continúa la inseguridad alimentaria en diversas regiones de Asia, especialmente en países como Afganistán, Sri Lanka y Myanmar. La factura total de las importaciones de cereales de los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos disminuirá en 2008/09 a 28 mil millones de dólares, un 27 por ciento menos que el máximo histórico de la temporada anterior.
¿Por qué mueren los pobres?
Vaya por delante una pista. El caso de Manuel y el de Óscar,en México. Manuel tiene 63 años. El martes día 21 de abril se sintió mal, con los síntomas de una gripe. El miércoles, empeoró. El jueves, ya estaba fatal. “Mi esposa me llevó con el doctor a su consultorio del Hospital Inglés. En cuanto me revisó, me dijo: yo creo que es influenza. Voy a buscar al especialista”. Unos minutos más tarde, Manuel era sometido a pruebas de sangre, radiografías, tomografía, suero, medición de la capacidad respiratoria... “A las diez de la noche, el médico neumólogo me informa que debo ser hospitalizado, que mi capacidad respiratoria está al 50% y que los pulmones se están deteriorando con rapidez. Por suerte, el doctor tenía en su consultorio una caja del antiviral indicado y me dio la pastilla”.
El segundo caso es el de Óscar. Cinco años y siete meses. El jueves 16 de abril, el niño se puso mal. Su madre lo llevó a la clínica 11 del Seguro Social. No lo quisieron recibir, porque no tenía fiebre. Por la tarde, Óscar empezó a vomitar y lo llevaron a otra clínica del Seguro Social. Tampoco lo atendieron. Al día siguiente, a las seis de la mañana, Óscar empezó a sufrir convulsiones y, entonces sí, lo ingresaron de urgencia. Cinco horas después el niño ya estaba muy grave con un cuadro de neumonía. Lo pasaron a un cuarto de Terapia Intensiva... junto con otros ocho niños. Manuel se salvó.
Óscar, en cambio, murió a los nueve días de sentir los primeros síntomas, tras sufrir un calvario de hospital en hospital. Manuel es dirigente de un importante partido político, fue secretario de Relaciones Exteriores, diputado federal y hasta candidato a la presidencia de la República. Óscar, en cambio, era el hijo menor de una familia sin recursos. Esto quiere decir que en México están sobreviviendo los ricos y muriendo los pobres…
Fuente:Diario La Primera
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