Editor: Antenor Maraví
Confidencias en Alta Voz: Yehude: ¿Alineado con la corrupción?

martes, 21 de octubre de 2008

Yehude: ¿Alineado con la corrupción?


Carlos Angulo Rivas

De los tres encargos de Alan García Pérez a su flamante primer ministro, el converso izquierdista por involución hacia el neoliberalismo, uno era la lucha a muerte contra la corrupción. Como siempre el histriónico jefe de estado gritando contra las “ratas” de su gobierno sin mirarse en el espejo, vociferó su cólera postiza por haber sido descubierto el gran negocio entre manos que tenían él, el ex premier Del Castillo y su ministro de energía y minas, Luis Valdivia junto a los presidentes de Petroperú y Perúpetro. Los incautos o los tontos de capirote, todavía quedan en el Perú, creyeron que lo único que podía hacer Yehude Simon, era justamente limpiarle la cara al régimen en medio del lodazal de la porquería espesa: iniciar una lavado público de los funcionarios amorales, por supuesto sin tocar al jefe supremo de la gran mafia nacional. Los otros dos encargos casi iguales eran imposibles de cumplir; nadie, ni Dios, puede luchar contra la pobreza, la desigualdad, la exclusión, la falta de trabajo, con un ministro de economía como Valdiviezo recibiendo encargos desde el extranjero; tampoco hacer frente a la amenaza de la terrible crisis internacional estando subordinados a la globalización y el falleciente “libre mercado.”
Lo más chistoso del circo montado por Alan García Pérez, usando a este lambayecano, es que Yehude Simon ni siquiera va a poder sacudirse de los corruptos que rodean al gran jefe de la mafia. La corrupción continuará viento en popa porque es inherente, congénita y esencial para el sostenimiento del sistema. Una lástima que el otrora izquierdista no se haya dado cuenta de adónde se metía o si se dio cuenta una lástima más grande todavía por aceptar los parámetros de la amoralidad en el país. Lo estamos viendo en un caso peculiar y a pocos días de la juramentación de este lambayecano. El hoy presidente del Consejo de Ministros, Yehude Simon, acaba de enmendar la plana al ministro del Interior y dejó entrever que el jefe de la Policía Nacional del Perú (PNP), Octavio Salazar, continuará en su cargo, pese al deseo expreso del ministro del sector Remigio Hernani para que el alto mando policial sea cambiado. Y como estamos en el país de las maravillas con Alan García a la cabeza, sería el primer caso en que un subalterno se impone al jefe del sector, o sea el ministro. El general Salazar es un inepto y no sólo aquello sino también un corrupto de carta mayor mientras los narcotraficantes se pasean por sus narices, los ladrones asaltan a plena luz del día y los secuestros por rescates hacen su agosto. Además, a este Salazar se le escapó misteriosamente nada menos que Rómulo León Alegría, el amigo íntimo de Alan García, el operador político de Petrogate, prófugo de la justicia luego que el bendito general jefe de la policía nacional lo visitara en su casa o mejor dicho le avisara que debía esconderse de inmediato.
Indudablemente, García Pérez no quiere que Salazar sea eliminado del medio y Yehude se presta a ello quitándole piso a su ministro del Interior, quien exigió la salida del jefe de la Policía Nacional del Perú y dijo que esperaba que en las próximas horas presente su renuncia, como lo han hecho los funcionarios del sector. “Evidentemente, cuando uno llega a un cargo tiene que tener la dignidad de los funcionarios que se encuentran ahí, deben presentar su cargo a disposición y/o renunciar para que se tenga la libertad de poder elegir a las personas con las que debe trabajar. Esto ha sucedido con todos los funcionarios del sector Interior a excepción del director de la Policía Nacional” señaló Remigio Hernani. Además, el ministro criticó duramente la gestión del alto mando policial. “Usted ve la seguridad ciudadana venida a menos, se respira inseguridad. Toda la ciudadanía lo hace. Los planes de Salazar son erráticos. El ‘Moqueguazo’ fue un fracaso total, es una humillación a la Policía. No soy el que juzga. Esos planes no resisten el menor análisis. La moral del personal está totalmente baja. No es un problema mío, no es nada personal.” Más claro ni el sol de mediodía en pleno verano, el nuevo ministro del Interior no tiene confianza en el jefe de la policía, por consiguiente como jefe del sector no está obligado a trabajar con un descarado sinvergüenza.
Pues, parece que sí, ya que Simon Munaro lamenta que el ministro Hernani haya utilizado los medios de comunicación para pedir la salida de Salazar, cuya permanencia en el cargo depende del jefe de Estado, como lo indica la Ley Orgánica de la Policía. “Yo lamento muchísimo estas declaraciones públicas (...) Acabo de conversar con el ministro del Interior (Hernani) y le acabo de decir que me parece muy poco positivo o favorable que esté dando declaraciones que afectan a las personas.” “Si en las fuerzas policiales hay problemas de tipo personal, se tienen que tratar de manera personal. No le he llamado la atención. Le he pedido que por favor se acaben este tipo de comentarios.” ¿Considera un asunto vital para el buen funcionamiento de la política de seguridad del país un problema personal, Yehude Simon? Muy mal comienzo y peor final, pues de por medio está la descomposición y la putrefacción del país. Dos temas de fondo, claves en la lucha contra la corrupción son los mandos militares y policiales, más aún en un régimen de corte fascista como el de Alan García Pérez cuya única fuerza política es la maquinaria de la inmoralidad y la represión del movimiento popular, por este motivo el general “cantinflas” Donayre en el ejército es inamovible y ahora el inepto Salazar parece ser lo mismo.

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