Federico Salazar
Estuvieron en el Congreso. Participaron de una conferencia de prensa. Ahora los acusan del delito de “apología de terrorismo”.
Luis Villar Gamboa, Luis Ottivo Inga y José Carlos Abarca son dirigentes de un partido llamado Patria Libre. Luis Villar declaró que cumplió condena por terrorismo. Los dirigentes de Patria Libre no han hecho apología del terrorismo. Han expresado opiniones y han denunciado una supuesta persecución.
Si los acusamos penalmente nosotros vamos a ser los totalitarios.Según la Constitución, “no hay delito de opinión”. Los procuradores del ministerio del Interior y del Congreso creen que su actuación constituye delito.Villar llamó “dirigente histórico” a Néstor Cerpa Cartollini, terrorista del MRTA que tomó la residencia del Embajador del Japón. Si la apología de delito de terrorismo se hace “de la persona que haya sido condenada como su autor o partícipe, la pena será no menor de seis ni mayor de doce”, dice el Código Penal (art. 316.2).
Personalmente creo que Cerpa fue un terrorista histórico. Pero sé que Cerpa fue, además, un dirigente sindical. Terminó en la delincuencia terrorista, pero supongo que algunos pueden considerarlo un “dirigente histórico”.Eso no es apología del “autor o partícipe” de un acto terrorista. Apología sería decir: “hay que hacer como él, hay que matar gente”, o cualquier expresión equivalente. Hasta donde se ha visto la grabación de la conferencia de prensa, hubo opiniones, muy discutibles, por cierto, pero opiniones al fin. Si convertimos la opinión en delito, destruimos la garantía de la libertad.Los ex emerretistas dicen que quieren volver a la política formal. ¿Tienen o no derecho?
Y si lo tienen, ¿pueden dar conferencias de prensa como los demás? Políticamente ha sido un error para el Partido Nacionalista presentarlos en el Congreso. Un error político, sin embargo, no es un crimen.
Considerarlo así sentaría un precedente peligrosísimo.Si Patria Libre es fachada del terrorismo, hay que demostrarlo. Sin pruebas no podemos hacer acusaciones penales. La calumnia sí es un delito.El tema es sensible por lo que hemos sufrido en manos de terroristas. Ésta es una prueba de nuestra convicción democrática.
No es fácil reconocer derechos políticos a personas que cumplieron condena por ese delito homicida.Hay que saber, sin embargo, que si no defendemos los derechos de las personas, echamos abajo los cimientos de la justicia y la civilización.No disfracemos la intolerancia, el miedo, la arbitrariedad con amparos que la ley no otorga contra la libertad de opinar.
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