Por: Antenor Maraví Izarra (*)
El 17 de Junio, la ciudad de Ica, - hoy convertida en capital de región – cumple 445 años de fundación española, que hasta antes del terremoto del 15 de agosto, igual que sus provincias Pisco y Chincha, atesoraron importantes legados arquitectónicos, rodeadas de inmensos viñedos que en los años de la colonia y los primeros ciento cincuenta años de la época republicana, denotaron un sello distintivo de pueblos pujantes, llenos de hermosas casonas; sin embargo, estos importantes hitos que aun se conservaban pese a las inclemencias del tiempo, han colapsado con el devastador terremoto. Las huellas de bellas casonas, construidas en su mayoría de adobes anchos y quinchas, gruesos hurcones de guarango y sus patios solariegos rodeados de arquerías, en su gran mayoría han sido convertidas en escombros.
La mayoría de estas casonas, donde nacieron Abraham Valdelomar, Matías Manzanilla, Víctor M. Maúrtua, Domingo Elías, entre otros, incluida las iglesias, hospitales, muchas de ellas consideradas como monumentos históricos, han sido borrados del mapa, y lo más preocupante, entregados a los brazos de la incuria y la indiferencia de las autoridades que poco o nada hacen por preservar su heredad histórica, similar suerte viene confrontando la numerosa población afectada, donde los pasos de la reconstrucción avanzan con pies de plomo, con una ventana abierta en la que se denota a diario un dramático vía crucis, donde todo falta y sobran lágrimas y desesperanzas.
Transcurrido estos primeros 10 meses, que algunos señalan que pasará por lo menos 10 años para la reconstrucción de los pueblos afectados, lo cierto es que muy poco se ha avanzado, la gran mayoría de damnificados siguen maldiciendo los días de abandono y olvido en que se encuentran, con pocas posibilidades de mirar con optimismo el futuro, esas escasas posibilidades siguen maniatadas en el accionar inoperante del Gobierno Central, que lo único
visible que ha hecho hasta ahora es desligarse de Julio Favre de la conducción de FORSUR, pero en la práctica esta entidad sigue inoperante, donde urge impregnar decisiones que permitan por lo menos restañar el hondo dolor que vienen confrontando los cientos de miles de damnificados.
Las perlas del FORSUR
Luego de estos 10 meses de indescriptibles avatares que vienen confrontando los damnificados, es imposible soslayar la inoperancia del FORSUR que bajo el mandato del denominado “Zar de la reconstrucción”, Julio Favre, poco o nada hizo por viabilizar la reconstrucción de las zonas afectadas. Su sucesor el actual ministro de Vivienda, Carlos Cornejo, luego de condecorar a su antecesor con la medalla de Orden al Mérito de Vivienda ¿?, en reconocimiento a su labor, dejó entrever que para él, todo marchaba bien, sin embargo transcurrido dos meses de su gestión, las cosas siguen igual a pesar de las sesiones descentralizadas, como es el caso reciente de Huaytará, donde excluyó las exigencias de reconstrucción presentada por el Alcalde provincial de Ica, so pretexto de no contar con proyectos, y esto es una perogrullada más que sucede en el país, pues Forsur ha sido creada para viabilizar la reconstrucción de los pueblos afectados, en todo caso, debía de haber promovido previamente los mecanismos de coordinación a efectos de general un plan integral, señalando las rutas a seguir, - esto es sin justificar las limitaciones técnicas de los asesores del municipio iqueño - debía de haber impulsado mecanismos de asesoramiento, concertación y coordinación oportuna, entre otros agilizando los trámites burocráticos de las diferentes instancias administrativas que siguen caminando con pies de plomo y oídos sordos frente el clamor suplicante de los damnificados.
Lo cierto es que, pese a los bombos triunfalistas de los gobernantes de aquí y de allá, hasta la fecha apenas en un 5% han accedido a los bonos y en menor porcentaje a los famosos préstamos, donde a la par los materiales de construcción suben todos los días sin control alguno, de cuyas resultantes numerosas familias siguen viviendo en carpas precarias de plásticos y esteras, expuestos a contraer enfermedades bronquiales en el crudo invierno que empieza arreciar.
El pueblo exige cuentas transparentes
La otra cara de esta realidad es la falta de información oportuna y transparente de la administración de los fondos económicos asignados por el Estado así como el manejo de los recursos provenientes de donaciones internacionales. Luego de siete meses de gestión, antes de entregar el cargo, Favre señaló que dejaba en el Banco de la Nación la suma de US $ 7 millones procedentes de ayuda exterior, y otro de más de un millón y medio de soles, resultado del concierto musical de solidaridad. Igualmente indicó que en su gestión se ha invertido un total de 700 millones de soles en las zonas afectadas, pero el pueblo demanda la publicación detallada de estos fondos, incluido los donativos, y no hacer sonajas con cifras globales, sin explicar, donde y en qué se han invertido y se utilizaron estos fondos económicos, supuestamente destinados para la reconstrucción de los pueblos damnificados, en los que, especialmente en las zonas rurales aun no han terminado ni siquiera en la remoción de escombros.
Asimismo el pueblo exige la rendición de cuentas de los gobiernos locales y regionales, pues por la carencia de esta información se especulan una serie de comentarios que lindan con la corrupción, como es el caso reciente ocurrido con las donaciones entregadas por la SUNAT de Arequipa, a la municipalidad provincial de Ica, de productos encautados, consistentes en frazadas, chompas, zapatillas, camas , telas, ropas etc. que fueron guardados indebidamente en almacenes sin resguardo ni seguridad, ascendente a la suma de 78 millones de dólares.
Lamentablemente, a lo largo de estos 10 meses, desde aquella pila bautismal ensuciada por el funcionario del Sistema Integral de Salud (SIS) Julio Espinoza, que a las 24 horas de producido el terremoto se embolsicó más de dos millones de soles con el cuento de adquirir raciones de alimentos para los damnificados de Pisco, desde entonces, bajo el puente ha corrido mucha agua sucia, y hay un rosario de irregularidades que por la salud moral demandan ser investigadas, pero el Procurador de la República Genaro Matute, pese a su origen iqueño muy poco interés ha puesto por investigar y sancionar estos hechos.
¡Que nunca más nos sorprendan catástrofes ni acciones delictivas sin saber que hacer!
El reciente asalto en plena luz del día en la Plaza de Armas de Ica, donde los delincuentes han actuado como pedro en casa, sin que haya mediado seguridad alguna, nos hace recordar lo sucedido aquella tarde del 15 de agosto, donde nadie sabía que hacer, como si hubiéramos sido tragados por las fauces del miedo, la zozobra y la desorganización, no supimos actuar frente al dramático terremoto que a todos nos afectó. Hubo un caos generalizado, nadie supo que hacer, además de consolar y auxiliar a nuestros familiares, no hemos atinado a salir en la ayuda de los demás. ¿Comités de Defensa Civil, Seguridad Ciudadana, PNP? Absolutamente brillaron por su ausencia.
De acuerdo a los objetivos del Sistema Nacional de Defensa Civil, los comités de defesnsa civil, llámense provinciales o distritales, tienen la responsabilidad de movilizar los recursos humanos y materiales, así como facilitar la planificación, coordinación y ejecución de operativos y programas que permitan la prevención, control y sanción de los infractores, igualmente fortalecer la seguridad pública para contrarrestar hechos y actos que atentan contra la seguridad, por consiguiente las autoridades pertinentes son los responsables de hechos delictivos como lo ocurrido en agravio del cambista a quien lo acribillaron en pleno corazón de Ica como si viviéramos en una jungla, ¿Dónde estuvo la PNP? Igual que aquella noche del terremoto, donde varias pandillas de delincuentes hicieron de las suyas en diferentes arterias de la ciudad, sin control ni sanción alguna.
Se dice que la inoperancia policial se debe a la falta de presupuesto y dotación de efectivos, lo cierto es que, igual que los comités de defensa civil y seguridad ciudadana, estos organismos, casi siempre han estado colocados de adorno y remarcados en los organigramas de las oficinas, y en el caso de Ica, es aun más preocupante, pues pese a ser una zona altamente sísmica y expuesta a inundaciones como los casos ocurridos en los años 1963 y1998, amén de la ola expansiva de la delincuencia de estos últimos tiempos, las autoridades pertinentes, lamentablemente no han ni están cumpliendo con sus obligaciones preventivas.
Esta es la gran verdad, por lo tanto es menester que, quienes desempeñan cargos de responsabilidad en las diferentes instancias gubernativas de la Región Ica y en particular la ciudad de Ica, tienen que corregir sus limitaciones y saber coadyuvar en la sana convivencia de la ciudadanía, con planes de contingencia debidamente articuladas y concertadas. ¡Que nunca más nos sorprendan catástrofes ni actos delincuenciales como la ocurrida recientemente, sin planificación ni saber qué hacer!.
Señales de progreso urbanístico y las deudas sociales pendientes
En el advenimiento de esta fecha fundacional de Ica, a pesar de las dramáticas huellas dejadas por el terremoto, hay inocultables señales de cambios urbanísticos, Ica empieza a adquirir un perfil renovado de nuevas construcciones, la arteria principal de estos cambios es la Av. San Martín, que ha empezado a poblarse de nuevas entidades financieras y centros comerciales, simultáneamente en otras arterias de la ciudad, en las antiguas casonas empieza a emerger nuevas edificaciones, se siente la presencia de empresarios que indagan precios y terrenos para su adquisición, lo cual permite avizorar un afianzamiento económico y progreso urbanístico, y es de esperar que este aparente auge venga emparejado con pleno respeto a los derechos laborales y sociales del pueblo.
Esta aparente recuperación espotánea de un sector de la población, no debe hacernos olvidar la gravedad de las huellas dejadas por el terremoto, que básicamente ha afectado a las mayorías empobrecidas, donde a pesar de las cifras triunfalistas del INEI, la pobreza sigue teniendo muchos rostros, y abarca mas que un bajo ingreso salarial.
Refleja también mala salud, alimentación y educación, igual que la privación de conocimientos y la incapacidad para ejercer sus derechos. Detrás de estos rostros se ocultan, la sombría realidad de vidas desesperadas, sin salida y con frecuencia, gobiernos que carecen de capacidad para enfrentar la doliente realidad de la exclusión social, y esa pobreza extrema que sigue vigente en las zonas rurales y urbano marginales de Ica, pese a su bonanza económica, sigue esperando que algún día se materialice esa “promesa de la vida peruana” de la que tanto nos habló el historiador Jorge Basadre.
