ROMA, 6 de junio.— La Cumbre sobre Seguridad Alimentaria, los efectos del Cambio Climático y la Bioenergía, concluyó a media noche de este jueves con el compromiso de jefes de Estado y Gobierno y ministros y otros representantes, de asumir la tarea urgente de garantizar los alimentos y erradicar el hambre, como política nacional permanente.
No obstante el reconocimiento por varios de los representantes de países del Sur de que el documento carecía de aspectos sustanciales donde se fije la responsabilidad de las potencias occidentales en la grave situación actual, hubo consenso en el apoyo a la FAO en su empeño por lograr la seguridad alimentaria mundial.
DECLARACIÓN DE LA DELEGACIÓN CUBANA
El viceministro del Ministerio para la Inversión Extranjera y la Colaboración Económica (MINVEC), Orlando Requeijo, leyó un documento de la delegación cubana donde se advierte que la declaración que sería adoptada es el resultado de la falta de voluntad política de los países del Norte para promover una solución justa y duradera a la crisis alimentaria mundial.
El viceministro del Ministerio para la Inversión Extranjera y la Colaboración Económica (MINVEC), Orlando Requeijo, leyó un documento de la delegación cubana donde se advierte que la declaración que sería adoptada es el resultado de la falta de voluntad política de los países del Norte para promover una solución justa y duradera a la crisis alimentaria mundial.
Estados Unidos, único país que se opone al derecho a la alimentación, fue el principal responsable de la frustración de las expectativas que la comunidad internacional cifró en esta conferencia de alto nivel, las que fueron confirmadas en las intervenciones de la inmensa mayoría de los altos dignatarios que aquí han hablado, refiere el documento.
Señala de igual forma, que el texto carece de un diagnóstico medianamente objetivo de las causas esenciales del hambre en el mundo. No se podrá encontrar en el documento referencia alguna a temas como el impacto de los subsidios agrícolas y el control monopólico de la distribución de los alimentos en la ruina de muchos agricultores en el Sur; la siniestra estrategia de convertir los granos y cereales en combustibles; el efecto de los insostenibles patrones de producción y consumo del Norte en el cambio climático; y las consecuencias de la especulación financiera en el aumento de los precios de los alimentos.
Se pregunta la comitiva antillana en su declaración: ¿Por qué negarse a incluir el principio de las responsabilidades comunes pero difenciadas, o la referencia a la Convención Marco sobre el Cambio Climático?¿Por qué cuestionar medidas restrictivas a las exportaciones de alimentos, si están debidamente justificadas por la razón y la justicia?
Cuba no puede hacer silencio para convertirse en cómplice de una representación demagógica y oportunista como esta. La inacción y la omisión en el cumplimiento del deber que se nos ha planteado, no salvará la vida y la dignidad de los 862 millones de seres humanos que padecen hambre y desnutrición, agrega el documento.
Acota que la Isla seguirá trabajando en defensa de la justicia, la equidad y la solidaridad.
Y asegura que podemos cambiar el injusto orden internacional que sustenta el hambre y la pobreza y hace posible la adopción de textos como este en franca negligencia ante las necesidades vitales de aquellos que padecen hambre.
PONER FIN AL BLOQUEO
Expresa la declaración de Cuba, leída en la plenaria final de la Cumbre de la FAO, que nuestro país agradece el apoyo recibido de la abrumadora mayoría de los estados, en particular del Grupo de América Latina y el Caribe, en su justa reivindicación para que se ponga fin al criminal bloqueo impuesto por el gobierno de Estados Unidos contra la nación caribeña, que tiene planteada la imposible pretensión de doblegar la convicción de independencia del pueblo cubano, mediante el hambre. La política de hostilidad, bloqueo y agresiones de EE.UU. a Cuba no ha prescindido de la manipulación de los alimentos como instrumento de presión política y económica.
Finalmente, se afirma que "Cuba no objetará el consenso, porque a pesar de todas sus limitaciones, respetamos el criterio de que este puede ser un paso en el proceso de erradicar el hambre, y reafirma su apoyo a la FAO y a su Director General en el cumplimiento de su crucial mandato".
Esperamos que al menos esta Conferencia haya servido para crear una mayor conciencia sobre los graves y acuciantes problemas que enfrentan las grandes mayorías en los países del Sur. Seguiremos trabajando con todos aquellos comprometidos con la causa de un mundo justo y sin hambrientos. Aún seguimos sin encontrar respuestas verdaderas y sostenibles al hambre. Los ricos y poderosos lo siguen impidiendo (...) seguiremos luchando para que el hambre se convierta en un futuro no muy lejano en un flagelo erradicado en la historia de la humanidad, concluye la declaración cubana.
En el propio plenario, los delegados de Venezuela, Argentina, Nicaragua, Ecuador y Bolivia apoyaron el planteamiento de nuestro país
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