Editor: Antenor Maraví
Confidencias en Alta Voz: La incrucijada de Bolivia : ¿Durará el empate catastrófico?

domingo, 8 de junio de 2008

La incrucijada de Bolivia : ¿Durará el empate catastrófico?


Carlos Basombrío (*)

Evo Morales llegó al poder con la ambición de refundar su país desde su base indígena y con una orientación socialista. Notoriamente no lo viene consiguiendo. Sigue siendo un presidente con mandato fuerte y con la sólida adhesión de la mitad de los bolivianos. Pero, a la vez, tiene a la otra mitad, no solo en contra, sino en abierta desobediencia a su gobierno, actuando por fuera del marco legal, promoviendo un proyecto político, social y económico totalmente incompatible con el suyo. De lo anterior dan cuenta los resultados de los referendos autonómicos del domingo pasado en Beni y Pando, el que hubo antes en la poderosa Santa Cruz y el que viene en Tarija. También se expresa en el violento rechazo a Morales en Chuquisaca, el que a veces se ha desbocado llegando a ocurrir hechos de profundo contenido racista, como el caso de los campesinos partidarios de Morales que fueron desnudados y flagelados en una plaza pública por estudiantes universitarios. En este departamento, la antipatía hacia el gobernante se desató por el pésimo manejo en la Asamblea Constituyente del tema de la "capitalidad", algo que los enfrenta históricamente con La Paz. Fue luego agravado por la aprobación, en Sucre, del proyecto de Constitución del MAS, sin presencia de la oposición, en una instalación militar y -lo más duro para Chuquisaca- con muertos en las calles. (Probablemente, el más grave error de Morales en lo que va de su presidencia).Por su parte, Cochabamba es un terreno en disputa y parece dividido, mitad y mitad, entre los dos proyectos en pugna. Entre tanto, Oruro, Potosí y La Paz (sobre todo El Alto) son bastiones hasta ahora inexpugnables de Morales. Todo este complejo alineamiento de fuerzas fue descrito hace no mucho, por el propio vicepresidente García Linera, como un "empate catastrófico".En los últimos meses se vienen promoviendo diversos espacios de diálogo y acercamiento, alentados tanto por la iglesia Católica como por la comunidad internacional, a través de la OEA y los llamados "países amigos". Puede ser que se sienten todos en la misma mesa o puede que ni siquiera eso ocurra, pero en general no hay incentivos políticos para llegar a acuerdos. Menos todavía ahora, con el extraño giro de los acontecimientos, que llevaron a la convocatoria a referendos revocatorios para agosto, en los que los nueve prefectos de un lado y el presidente y vicepresidente del otro, someten a votación popular la continuidad de su mandato. El camino hacia esos referendos es, por decir lo menos, resbaloso, está plagado de mutuas desconfianzas y amenazas de todo tipo. (Incluso las ajenas al proceso político; de hecho, en estos días Bolivia está semiparalizada por problemas con transportistas y constructores). Una complicación adicional es que si los referendos se llegan a realizar probablemente no cambie nada. Según los analistas bolivianos que participaron en la estupenda reunión semestral del Grupo de Trabajo Andino del Diálogo Interamericano, lo más probable es que básicamente unos y otros sean ratificados en sus cargos, con lo que el "empate catastrófico" se mantendría.¿Cuánto tiempo puede estar un país al filo del abismo sin caer? ¿Qué impacto geopolítico tendría en América Latina una Bolivia en caos y violencia descontrolados? ¿Qué efectos tendría aquello en nuestro ya castigado y convulsionado sur andino?
Fuente (*) Perú 21

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