Editor: Antenor Maraví
Confidencias en Alta Voz

miércoles, 26 de mayo de 2010


ENTREVISTA A NELSON MANRIQUE:

EN EL PERU, TODO HUELE A COIMA

HAY UNA CORRUPCION MUY GRANDE, Y ES UNA PENA QUE POCAS EMPRESAS LLAMENSE INTERNACIONALES Y NACIONALES, LUCREN A COSTA DE LA POBREZA DE MILES DE PERUANOS.

Antenor Maraví Izarra

Estamos a 11 años para el bicentenario de la Independencia Nacional, sin embargo nos encontramos en una especie de toldera asfixiante, donde la promesa de los próceres y libertadores, siguen incumplidas, avasalladas por una corrupción cada vez más letal, en la que parecieran haberse adueñado hasta de la conciencia nacional. ¿Cuál es su lectura?.

Creo que estamos lejos de cumplir la promesa de los libertadores, muy cerca de cumplir el segundo centenario y muy lejos de ponernos de acuerdo a la altura de esas expectativas. Por una parte, si vemos el ideal de Bolívar de una integración latinoamericana, diría que retrocedemos en lugar de avanzar.
Son décadas que estamos empantanados en el proyecto de sacar la unidad adelante, al menos andina en los últimos años, ha sido el gobierno aprista el que se ha dedicado a sabotear esos ideales de unidad privilegiando la asociación con las grandes potencias: EEUU. Unión Europea y China, entre otros; pero boicoteando cualquier intento de integración latinoamericana andina. En segundo lugar el ideal de construir una nación que integraran a los peruanos que crearon el cuerpo de nación, se encuentra también muy lejos, persiste la discriminación, la marginación, distintas formas de exclusión, y como contrapartida el ideal de una nación integrada se ha desdibujado muy fuertemente.
Las encuestas, una y otra vez muestran que hay un gran abismo entre el Estado y la sociedad, el respaldo que tienen las instituciones que debieran representar al pueblo (Ejecutivo, Legislativo y el Poder Judicial) en 10 y 20%. En otras palabras, 8 ó 9 de cada 10 personas, no se sienten representados por el Estado, y si revisamos ese desencanto son los partidos políticos con relación a los líderes, entonces tenemos un escenario contradictorio en el que por una parte hay una sociedad muy dinámica, que está procesando una serie de cambios, y por otro lado un Estado que está completamente desenganchado y desconectado; y que termina constituyéndose en una traba para el despliegue de las energías nacionales, porque por un lado alimenta la corrupción, en lugar de combatirla. Estamos en una profunda crisis de legitimidad, estamos en una situación en que el escándalo de hoy es borrado por el escándalo de la próxima semana, y todo esto hace más difícil de que los peruanos se sientan representados por el Estado e integrados.

Qué está sucediendo en el país?, nos han convertido en una especie de exegetas de un neoliberalismo a ultranzas y en agonía, en tanto en el contexto regional hay un despertar hacia nuevas perspectivas de buen gobierno y justicia social.

Gobiernos como el caso de Chile y Bolivia para señalar que tienen modelos económicos distintos, entiendo que es necesario poner límites y controles al capital extranjero. En Bolivia antes de que entrara Carlos Meza al poder, las empresas petroleras se llevaban el 82% de las utilidades y entraba 18% al Estado, lo que cambió parcialmente con Meza, en cambio con Evo Morales se ha llegado a situaciones diametralmente contrarias. Hoy el Estado Boliviano se queda con el 82%, y las empresas se llevan el 18%. Esa alternativa en el Perú fue rechazada por Alan García, afirmando que ahuyentaba la inversión privada y si se hacía eso, señaló que los capitales se irían. El caso boliviano es representativo, porque no se ha ido una sola empresa, pese a estar percibiendo solo el 18% siguen siendo rentables y explotables.
El otro ejemplo es el de Chile, pese a haber sido cuna del neoliberalismo en América Latina, jamás los chilenos han soltado su cobre. El cobre fue nacionalizado por Salvador Allende, y sigue nacionalizado, ni Pinochet se atrevió a desnacionalizar, la CADELCO, corporación nacional del cobre, empresa estatal chilena, en 4 años ha dado 39 mil millones de dólares al fisco nacional.
Es eso lo que financia ese gran salto económico que ha permitido reducir la pobreza en 14%, y elevar los índices de salud y educación, entre otros. Mientras tanto qué es lo que hizo Alan García, negoció muy campante que las empresas mineras dieran un óbolo voluntario de 500 millones de nuevos soles, es decir algo así como 180 millones de dólares.
Si multiplicamos 180 por 4 años tenemos como 600 millones de dólares contra 39 mil millones de dólares que recibió Chile.
Eso simplemente huele a coimas, hay una corrupción muy grande, y es una pena que pocas empresas y pocos peruanos lucren a costa de la pobreza de miles de peruanos, de la postergación de sus necesidades, de frustrar el futuro de tantos niños, a los que el Estado peruano no puede brindarles sino una de las peores educaciones de América Latina, porque en los indicadores también tenemos uno de los peores sistemas de educación del continente, y eso es responsabilidad directa de los gobernantes.

Por qué los sectores más pobres siguen apoyando al fujimorismo?

Es un mal muy perverso, paradójicamente son los sectores pobres los que apoyan a Keiko Fujimori, y esto es el resultado del modelo que armó Alberto Fujimori. Si uno revisa las cifras del INEI en 1999, en vísperas de que saliera Fujimori, sobre 24 millones de peruanos, 9 millones y medio vivían de la ayuda alimentaria del Estado. No se invirtió en desarrollo, en crear empleo y crear ciudades, sino que se invertía en asistencialismo, en sembrar para cosechar agradecidos, eso paralelamente con el envilecimiento de los medios de comunicación, la magalyzación de la TV.
Entonces la pobreza y la ignorancia terminaron siendo posesionales al mantenimiento del modelo. En buena medida los que no creen en democracia, porque sienten que la democracia no les va solucionar sus problemas, son las clientelas que mantiene a esos caudillos, cuyo negocio es perpetuar la situación desgraciadamente.

En efecto la situación de abandono y pobreza extrema en que siguen viviendo especialmente en las zonas alto andinas de las regiones Ayacucho, Huancavelica y Apurímac, nada han cambiado, pero los voceros y algunos medios de comunicación obsecuentes al oficialismo, parecieran pintar e informar sobre un país de las maravillas.

Si Ud. recapitula los hechos acontecidos, por citar la década del 80, son los mismos pueblos y comunidades alto andinas de Huancavelica, Ayacucho y Apurímac, que fueron más golpeadas durante la violencia política, los que aportaron mayor cuota de víctimas de violación de derechos humanos, tanto por los insurgentes como por el Estado, y son las regiones donde hay mayor población indígena. Lo que quiere decir que la exclusión económica se refuerza y retroalimenta con la exclusión social, o sea, cualquier indicador sobre desarrollo, salubridad, mortalidad infantil, analfabetismo etc., va a encontrar que la población indígena es la que tiene peores índices, son los que han aportado los muertos en la guerra, víctimas de políticas excluyentes. Esa misma población formó parte de campañas perversas como la esterilización masiva, revisando cifras, la cantidad de esterilización que se hacían en los sectores populares, fueron unos 25 mil al año.
Tenemos más de 200 mil mujeres, en su gran mayoría pobres, indígenas que han sido mutiladas, esterilizadas, estos hechos son delitos de lesa humanidad que terminan siendo impunes porque no tienen los mismos derechos. Recordemos las palabras del Presidente García, hay peruanos y peruanas de primera, segunda y tercera categoría, que finalmente terminan pagando frente a esas atrocidades.

Y que decir sobre la torpe oposición y satanización de la derecha contra los movimientos de defensa de los derechos humanos, entre ellas la Comisión de la Verdad y Reconciliación del Perú

Sobre la Comisión de la verdad y Reconciliación, vale señalar que poco o nada se ha cumplido con las recomendaciones. Tenemos una cruel campaña montada por los medios de comunicación de la derecha, una campaña persistente que busca deslegitimar a los organismos defensores de los derechos humanos, que odia a muerte a la CVR y Salomón Lerner, esta derecha cavernaria busca por todos los medios tratar de borrar ese informe.
Sin embargo, ahora la realidad es otra, siguen apareciendo los muertos, mientras a mandíbula batiente siguen afirmando que no se han violado los DDHH, siguen apareciendo fosas comunes en Huanta, Putis, los cabitos, recientemente se han encontrado los desaparecidos por sendero, en eso también en el país tenemos tremendo déficit.
Por ejemplo en Chile, aunque las comparaciones son odiosas, pero es bueno hacer ver, que encontrar otros caminos es posible. En Chile, aproximadamente hubieron 3 mil víctimas de la violencia, se indemnizó a todos, igual que a las 36 mil víctimas de tortura. Pero en el ¿Perú que se ha hecho por las miles de mujeres violadas?.
En Chile, incluso los torturados tuvieron políticas de reparación (entre ellos un amigo mío, un profesor torturado, me cuenta que tiene una serie de beneficios del Estado para sus hijos, tienen una pequeña pensión vitalicia). Aquí lo fundamental es señalar que el Estado ha reconocido que se han cometido estos delitos, y ha pedido perdón. En Chile pidieron perdón el Estado y las Fuerzas Armadas.
En cambio, en el Perú nadie ha reconocido estas violaciones, y como tal siguen impunes, se vienen dando largos silencios y olvidos en lo que debiera ser la política de reparaciones, y lo más preocupante y a la vez censurable, se han paralizado los intentos de reparación.

En esa realidad desalentadora y preocupante, frente a las próximas elecciones, qué posibilidades de cambio y búsqueda de justicia social, avizoraría en su análisis de sociólogo e historiador.

Bueno, la historia no está dicha, la hacemos nosotros, claro hay un conjunto de circunstancias que suponen un margen y límite. Una primera cuestión es que, mientras la derecha puede seguir corriendo sola, hay poco que se puede hacer, las fuerzas por el mantenimiento de este modelo excluyente, segregador y discriminador son fuertes. Los sectores que se han enriquecido en el país, asociados a los intereses transnacionales con poderosos sectores de la Fuerza Armada seguirán en este espiral.
Es necesario crear una correlación diferente; pero eso va a tener que ser un trabajo que comience desde las bases, porque la izquierda tiene tremendas responsabilidades por su viejo sectarismo, voluntad hegemónica que a la larga terminará suicidándose. En esa lamentable realidad hemos tenido la participación de una izquierda dividida y perdida, y estoy convencido que en las próxima elecciones esto no va a cambiar.
Si la izquierda quiere hacer algo, tiene que pensar en un proyecto de mediano y largo plazo. No puede soñar en un candidato presidencial de última hora, igualmente tiene que seleccionar con lupa a los posibles candidatos al Congreso, y eso requiere un mínimo de unidad, ojala los dirigentes y militantes sean capaces de ponerse de acuerdo.

Finalmente, que significa el título de su reciente obra: ¡Ud. fue aprista!, que dicho sea de paso armó mucho alboroto en las huestes apristas.

Es parte de una anécdota, el poeta Juan Gonzalo Rose, fue aprista de joven, sufrió exilio, persecución y destierro por ser aprista; pero rompió con el APRA por los virajes de Haya de la Torre hacia la derecha, en franca alianza con la oligarquía.
Años después de que Gonzalo Rose había dejado el APRA se encontró un día con Haya de la Torre, y Haya le reconoció y le dijo, Ud. fue aprista, y Rose le contestó, Ud. también. De tal manera la anécdota expresa la tesis central del libro, que tiene que ver con esos virajes, que cambia una identidad por la cual muchos peruanos entregaron la vida hasta que abdicaron.

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