Editor: Antenor Maraví
Confidencias en Alta Voz: diciembre 2008

sábado, 13 de diciembre de 2008

Derechos Humanos: la larga marcha


Ramiro Escobar

Hemos llegado al 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y, para variar, el panorama es desolador: la pena de muerte sigue vigente, y actuante, en al menos 24 países; en unos 81 países se tortura militantemente; y hay más de 963 millones de personas que pasan hambre todos los días, 40 millones más que en el 2007.
Las dos primeras cifras son de Amnistía Internacional (AI) y la tercera de la FAO. La lista macabra podría continuar con los 45 países donde hay presos de conciencia; los 77 estados donde se restringe la libertad de expresión (ambas cifras de AI); o las 12.3 millones de personas que la OIT considera ‘tiranizadas’, es decir en literal esclavitud.
¿Somos tan pero tan humanos que no creemos en nuestros derechos más elementales? Algo que, a estas alturas de la Historia, deberíamos redescubrir es que no es cierto que la Declaración es ‘un invento de Occidente’. Como ha recordado el diplomático español Juan Antonio Yáñez, en su elaboración participaron personas de distinta procedencia.
Entre ellos, el libanés Charles Malik, el chino Peng-chun Chang y el paquistaní Muhammad Safrulla Khan. Es difícil entonces sostener, sobre todo hoy, la marcianada de que este es un asunto de ‘caviares’ globales o de gentes que no entienden la sensibilidad oriental. Los hombres y las mujeres sufren igual, así miren a La Meca o al Vaticano. Otro asunto que, en estas seis décadas de la Declaración (firmada en el Palacio de Chaillot de París el 10 de diciembre de 1948), debería volver a sacudirse es la integralidad de estos derechos. Se ha machacado sobre eso muchísimo en estos años, pero algunos hechos de crujiente de actualidad llaman a revisar ese ángulo vital.
Un par de ejemplos en su tinta: ¿No es una forma de atacar, impunemente, los derechos económicos y sociales el provocar una crisis financiera tan feroz como la que nos amenaza? ¿Descuidar un tema tan delicado como el cambio climático no es, a su vez, una manera de atentar contra el Artículo 3, que defiende el derecho a la vida y a la seguridad?
Generalmente son los más malvados de este mundo –los Pinochet, los Idi Amin o los militares orates de Myanmar- a quienes se apunta cuando se habla de DDHH. Pero me parece que en este siglo el no tener ‘responsabilidad social’ para con el planeta es una forma, igual de peligrosa, de violar esta magnífica Carta Magna de nuestra especie.
África no debería seguir siendo el cementerio del mundo; las mujeres y los homosexuales deberían tener, por fin, los mismos derechos; Guantánamo debería cerrarse el 21 enero del 2009 (al día siguiente de la posesión presidencial de Barack Obama).Hay derecho a soñar con todo eso. Aun cuando el camino sea largo y tortuoso. Pero también hermoso.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Fiesta Mundial de los DDHH


Ronald Gamarra (*)


10 de diciembre: Día Internacional de los Derechos Humanos y 60º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Día de fiesta universal, celebrada con todas las expresiones de alegría y fraternidad que la humanidad sabe encontrar aun en medio de las peores miserias.
No todos están contentos, por cierto. En el mundo quedan muchos tiranos y tiranías, y hay demasiados y muy poderosos intereses incompatibles con una doctrina que pone por encima de todo la dignidad del ser humano. Son demasiados los que, de palabra, se identifican con los derechos humanos, porque se ha convertido en lo políticamente correcto, para poner a continuación mil pretextos que les permitan burlarlos con impunidad. En el Perú conocemos bien esta actitud farisea.
Los derechos humanos son derechos de todos los hombres y mujeres. La idea central de esta doctrina afirma que, en el momento en que una persona es violentada, todos somos agredidos. Si un hombre es flagelado, todos somos torturados; si una mujer es violada, todos somos ultrajados; si una persona es discriminada, todos somos humillados. Los derechos humanos son el mínimo irrenunciable de la dignidad humana. Quienes atentan contra ese mínimo, agreden a la humanidad entera; quienes lo defienden, permiten la civilización.
En nuestro país es muy precario el respeto a los derechos humanos. Tuvimos hasta hace una década una guerra interna atizada por los crímenes de un terrorismo antisistema y un terrorismo de Estado, que dejaron gravísimas heridas que aún siguen sangrando. El Estado y la sociedad no han sido capaces de asumir el reto de restañarlas, aplicando las recomendaciones de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, que algunos se empeñan en desacreditar sin siquiera haberlas leído.
Hay mucho por hacer y todos podemos contribuir. No hace falta ser gobernante para ello. La verdad es que, en el Perú como en cualquier otro lugar del mundo, la defensa de los DDHH tiene que ser asumida por la sociedad civil, la cual debe imponerse al Estado con la fuerza de su convicción ética. Sin la presencia activa y vigilante de la sociedad civil, los derechos humanos se convierten en dádiva que los gobernantes o cualquier poderoso se sienten con derecho a retirar cuando les conviene.
Tampoco hace falta hallarse en situaciones extremas para defender los derechos humanos. ¿Está usted dispuesto a hacer algo importante, hoy, por ellos? Puede empezar, por ejemplo, por dejar de ofender a su colega o vecino gay o lesbiana por el hecho de serlo, o podría dejar de tratar distinto a la gente según su color de piel, y podría dejar de alentar las burlas homofóbicas o racistas en el trabajo o al sintonizar un programa de TV.
¿Fácil, complicado? Sin duda, las dos cosas a la vez, pero es solo un ejemplo de lo que todos podemos hacer sin ir muy lejos. Mire usted a su alrededor. Estoy seguro de que hallará mucho por hacer y de inmediato.
(*)Director Ejecurivo de la Cordinadora Nacional de DD.HH

jueves, 11 de diciembre de 2008

Las cuatro libertades


Susana Villarán

Cuando Franklin Delano Roosevelt, el presidente que enfrentó la peor crisis económica de los EEUU así como la Segunda Guerra Mundial, pronunció su histórico discurso de las Cuatro Libertades en 1941, no imaginó que en el Preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 su viuda Eleanor se encargaría de que estas quedaran plasmadas para siempre. Libres para creer, libres para pensar, libres del miedo y libres del hambre. Esa fue su utopía en el momento en el que la humanidad mostraba su radical distancia con los ideales que proclamaba: el holocausto, el terror, la recesión, la destrucción y el caos. En seis décadas se ha edificado en el mundo un sistema universal de protección de los derechos humanos jamás imaginado por nuestros abuelos. Europa, las Américas y el África tienen sistemas regionales de derechos humanos que garantizan el acceso al amparo internacional de los derechos de las personas cuando estos son violados, convirtiendo a los Estados en responsables frente a la comunidad internacional por tales abusos. Hoy contamos con una Corte Penal Internacional que está procesando a los autores de crímenes de Lesa Humanidad a los que antes amparó la impunidad de una mal comprendida soberanía.
Los niños y niñas del mundo tienen una Convención, adoptada en 1990, que dio un giro total en la visión que el mundo tenía de ellos, convirtiéndolos en sujetos plenos de derecho y merecedores de protección integral. Nosotras las mujeres, hemos logrado la Convención para Eliminar toda Forma de Discriminación contra la Mujer y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer que nos defienden de la discriminación y la violencia ejercida por el histórico reparto desigual del poder.
Hoy sabemos que los derechos son integrales e indivisibles: los civiles y políticos, los económicos, sociales y culturales. Las personas tienen derecho a la vida pero, como ha sostenido la Corte Interamericana de Derechos Humanos, no significa la prohibición de quitar la vida sino la obligación de garantizar las condiciones de dignidad que brinden a cada persona un “proyecto de vida”.
Pero sesenta años después, el miedo sigue retratado en los rostros de quienes viven en guerra y conflicto armado interno, en los detenidos sin nombre en las cárceles secretas en las que se tortura y que mantiene el gobierno de los EEUU en lugares insospechados y en Guantánamo; y quienes viven bajo la bota de los gobiernos autoritarios de distintas ideologías. El hambre afecta a una de cuatro personas en el mundo y ha aumentado de 800 millones a inicios del siglo XX a 2000 millones a inicios del actual. Hay Estados en los que no se puede practicar la religión que uno elige y otros en los que cuesta la vida y la libertad expresarse y difundir sus opiniones libremente.
Las cuatro libertades siguen reclamando sus defensores. Ellas son la potente utopía que nos convoca a seguir luchando por la dignidad del ser humano.

60 años en defensa de los Derechos Humanos:


Retos y desafíos pendientes

Antenor Maraví Izarra(*)

En tiempos en que irremediablemente empiezan a hundirse los dogmas del neoliberalismo anunciando la catástrofe de la hegemonía financiera mundial de Washington; y en tiempos donde el rostro purulento de la corrupción en el Perú, una vez más salpican su fetidez desde los mismos petates gubernamentales, donde hace más de un siglo Dn. Manuel Gonzáles Prada, pronunciara la terrible sentencia de que somos un país “donde se pone el dedo brota pus”, - en ese ínterin de espasmos internacionales y enervantes constataciones nacionales – ayer 10 de Diciembre, se conmemoró en el mundo el 60 Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
¿Qué son los derechos humanos?
Hace 20 años la ONU, publicó un documento en el que los define como las condiciones inherentes a nuestra naturaleza, sin las cuáles no podemos vivir como seres humanos, una realidad exclusiva del ser humano es su DIGNIDAD. Es decir, no puede ser utilizado por otros, no puede ser cosificado, no es un medio sino un FIN en si mismo.
Tanto el hombre como la mujer, por el simple hecho de ser seres humanos, son sujetos de derechos, sin distinción de raza, sexo, edad, religión, credo político, nacionalidad, condición económica, cultural o social, en todo lugar y en todo momento. En tal sentido, los derechos humanos orientan el orden jurídico y requieren condición de respeto y protección en toda sociedad.
El primer artículo de esta histórica y trascendental declaración universal sostiene: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”. Escrito de este modo, el texto expresa un deseo, un sueño, una promesa que desde hace 60 años, los activistas y defensores de los derechos humanos, igual que los pueblos y los gobernantes democráticos, festejamos esta fecha con gran júbilo y alborozo a nivel internacional.
Los grandes retos, aún pendientes
En un país con profundas contradicciones sociales, con abismales diferencias en la distribución del ingreso, con una economía desarticulada y signada por la exclusión y la pobreza, con marcadas desigualdades, con nacionalidades, culturas y lenguas fuertemente arraigadas e históricamente marginadas, y sin un proyecto sostenido, ¿es posible hablar sobre la libertad, justicia, igualdad y fundamentalmente el respeto a la vida, tal como son señalados en el preámbulo de esta declaración universal en defensa de los derechos humanos?.
¿Cómo hablar de paz, del derecho a la educación, salud y la vivienda, cuando la extrema pobreza de una elevada cifra de la población nacional, aún sigue lacerando a diario la conciencia y la memoria de la Patria que nos legaron nuestros antecesores, próximo a cumplir el bicentenario de su independencia nacional del dominio español, donde los sueños y anhelos del pueblo siguen encapsulados en leyes y gestiones ajenas a sus demandas históricas?.
¿Cómo hablar de apoyo y participación del pueblo, cuando la corrupción y la impunidad, aquí y allá, siguen cabalgando abrazadas sin ninguna sanción. Cómo hablar de nuevos tiempos y esperanzas, cuando la gran mayoría de los damnificados por el devastador terremoto que asoló la Región Ica hace 16 meses, siguen durmiendo en carpas de hule y esteras, en tanto los gobernantes siguen repicando cada vez más las campanas de la privatización, ofertando el oro y el moro, sin entender que el pueblo confronta una dramática situación de extrema pobreza?.
En esta frontera de exigencias y obligadas reflexiones, entre la democracia y los bostezos de indiferencia de los representantes de los poderes del Estado, entre los que tienen todo y los que no tienen nada, una frontera entre la honestidad y los que siguen saqueando el país, ante el advenimiento de esta emblemática fecha que nos recuerda la Declaración Universal en defensa de los Derechos Humanos. En lo que respecta al ámbito de influencia de la Región Ica, es menester rescatar y resaltar la incansable presencia de la Comisión de los Derechos Humanos de Ica (CODEHICA), que a lo largo de estos últimos 26 años de vigencia institucional, ha venido bregando incesantemente por abrir los caminos en la defensa y promoción de los derechos del pueblo iqueño.
En ese noble empeño, los brazos de solidaridad que se enlazaron ayer en las diferentes arterias de Ica, orladas de globos blancos y banderines simbolizaron los viejos sueños de quienes hacen seis décadas encendieron estas luces, llenos de fraternidad y sueños de libertad, justicia e igualdad, en la defensa y reafirmación de la dignidad del ser humano. Y como tal, vayan desde estas líneas nuestro reconocimiento a los gobernantes y representantes de las instituciones tutelares, públicas y privadas del pueblo iqueño, a los hombres y mujeres de las organizaciones sociales de base, gremiales y profesionales, la sociedad civil y en particular la juventud, quiénes desde sus trincheras, hoy como ayer, con su sumatoria e inconfundible liderazgo afianzaron esa caminata al servicio y en defensa de la dignidad del ser humano.
(*) Diario Regional : La voz de Ica

viernes, 5 de diciembre de 2008

Cuando la música acabe



¿Fin del mundo?


Fin del mundo, apocalipsis, epílogo de una Era... expresiones para nombrar el miedo que atraviesa el corazón del mundo. Sed de petróleo, guerras, hambre, huracanes, maremotos, discriminación, guerras, deforestación, calentamiento global. Extenso sería el inventario de las ignominias perpetradas por el Hombre contra la Tierra, y contra el hombre. El planeta se estremece, nos sacude y golpea, y cada uno trata de ampararse a su manera: por la fe, la negación de la realidad, el humor o... el ridículo; algunos asisten a cursos para «hacer milagros»[sic], otros comen dentro de un ataúd, y algunos intentan volar como los pájaros.

«Cuando la música acabe», alertó Jim Morrison («The Doors») en 1967, como una metáfora del fin del mundo. ¿Fue profético? ¿Desaparecerá? Cada vez son más las voces de notables —entre ellos, la mayoría de los republicanosestadounidenses—, queanuncian la caída de la larga etapa liderada por la superpotencia del Norte. Los ojos de la Humanidad, aun los que estuvieron sordos, ciegos y mudos, empezaron a abrirse. Sí. Aunque el Poder mundial intente recrearlo, maquillado, vivimos el principio del final del capitalismo, la caída del Imperio Americano.

Por cierto que este Régimenhegemónico y unipolar que adoró al «Dios Mercado» en detrimento de las personas, no se agotará de un día para otro. El futuro de Rusia no está definido; China no piensa sino en alimentar a sus casi 1.400 millones de almas, y Europa está desorientada. El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, es el Amigo americano, el mejor alumnode los USA de George W. Bush. Este monsieur que está liquidando los derechos sociales del ex-país de los derechos humanos; el mismo que está rematando la Francecomo si fuera un mercadito; el que construye un Estado policíaco, se ha permitido decir que el capitalismo —el mismo con que él comulga— es el «culpable». La música es tu amigo especial / Baila sobre el fuego como te lo pide / La música es tu único amigo / Hasta el final, tañe la voz de Jim Morrison, en medio del disparate general.

El silencio. El silencio querasga el alma del mundo —el miedo— se quiebra en dislates, a veces divertidos. En Villa Borghese (Roma), veinte personas comieron hace poco, a cincuenta metros de altura, sobre la copa de los árboles, sostenidos por una grúa: querían disfrutar del paisaje. Y a los pocos días, el alcalde de la ciudaddijo a la prensa que el fascismo no encarnaba el «mal absoluto». ¡Vaya tiramisú!

Desde que en el «septiembre negro» empezó la crisis financiera de Wall Street y se extendió por el mundo, quedó claro que el precio no lo pagan los ricos, sino las personas del común. Recesión, suba de precios, salarios caídos, huelgas, estallidos sociales y aumento de la pobreza, son moneda cotidiana. Y continuarán. Como contrapartida, las grandes fortunas, lejos de volatilizarse, pasan de unas a otras manos; de las de Merrill Lynch a las del Bank of América, por citar uno de los casos.

¿Es el fin? El «septiembre negro» — más que una causa de lo que vivimos hoy— fue un disparador. Y es una consecuencia. Esta caída empezó en 1981 con Ronald Reagan y el fundamentalismo del mercado: la «Reaganomics», como se conoció su invento. El de la más despiadada plutocracia, y también el de la desvinculación de la responsabilidad del Estado para con sus ciudadanos. Durante casi treinta años, los «amos del universo» —llamados así por el escritor Tom Wolfe en La Hoguera de las vanidades— dirigen los destinos del planeta. Los amos, son los menos. Empalagados de riquezas materiales incalculables, deciden los destinos de los más:de lossufrientes y cada vez más excluidos de toda esperanza. El desamparo crece y se extiende sobre las generaciones, como una telaraña.

Por otra parte, ni el centroizquierda ni la izquierda pudieron todavía articular una propuesta seria; están todavía bajo el shock de las sucesivas crisis —salvo en algunos pocos países de América Latina—, y no tienen respuestas ante al desastre.

¿Cuánto durará esta caída? Según la mayoría de los analistas más conservadores, entre diez y quince años, aunque más probablemente veinte. Todo depende del resultado de la puja entre los menos que quieren destruir en pro de esa oligarquía financiera; y los menos que abogan por el bien de los más: la mayoría doliente. Y aquí no caben ni pesimismo ni optimismo sino la conciencia despierta del mundo, para recordar que la responsabilidad es de todos. Porque tantas veces esos «todos» bendijeron en las urnas lo mismo que los sacrificaba en la vida, y porque es tan bello el paisaje de las ovejas en sus rebaños, como degradante que el Hombre viva para dar balidos.

Titilan las mariposas, despavoridas, ante la inminencia de lo desconocido, mientras el hombre parece una hoja en la tormenta, sin saber siquiera cómo reaccionar. «Voy a bailar el Apocalipsis», dijo frente a multitudes el bailaor sevillano Israel Galván, y su danza tradujo en imágenes esa sensación de final. Con sonidos reales de bombardeos y misiles. ¿Un anuncio? Ya Francis Coppola había hecho su «Apocalypse Now», pero el mundo siguió andando. Bueno, ¿anduvo?

La caída encantada

Fue el escritor finlandés Arto Paasilinna quien encontró una salida armoniosa a este intríngulis universal. Escribió en 1991 El Cántico del apocalipsis alegre, traducido por ahora sólo en francés. Es una fábula gozosa que alumbra la esperanza, y nos conduce hasta 2023. Como una fantasía que alienta la imaginación, rescata la utopía y nos invita a un mundo fantástico, sin negar el pavor.

Curiosamente, el apellido del autor —traducido a nuestra lengua—, significa «fortaleza de piedra»; y es justamente lo que Arto nos ofrece en su Cántico: un enjambre de luces sobre nuestro futuro azaroso. Pero –eso sí— nos pide el deber de resistir durante este final provisorio del mundo que él prevé en 2023... con más víctimas, fruto de los estertores del capitalismo. Por cierto que Paasilinna relata la caída del Muro de Berlín (1989) y —aunque jubiloso e irónico— profetiza lo que vivimos y viviremos.

Con el Muro, uno de cuyos iconos más conocidos fue la «Guerra Fría», se desplomaba el sistema económico, político y social representado por la Unión Soviética, Hoy, según los especialistas más lúcidos del mundo, entre ellos Joseph Stiglitz —Premio Nobel de la Economía 2001—, la crisis de Wall Street fue al capitalismolo que la caída del Muroal comunismo. Stiglitz, como tantas otras voces, vaticina el fin del enriquecimiento obsceno de los sectores financieros y de las multinacionales, que aún retienen el Poder. Para revertir la situación, habrá que esperar años.

Sí, el número de hambrientos en el mundo es de 925 millones: sólo en un año, 75 millones se sumaron a los famélicos. Y aunque, por un lado y con una mirada idealizada, algunos ven en América latina una esperanza, no menos de 26 millones de sus gentes engrosarán —casi de un día para el otro— las filas de los hambrientos. La música es tu amigo especial/Baila sobre el fuego como te lo pide/La música es tu único amigo/Hasta el final, nos desafían «The Doors».

¿El ojo de Dios?


En la frontera entre Francia y Suiza, los científicos buscan la «partícula de Dios». Inventaron un Gran Colisionador de Hadrones (LHC), para descubrir el origen del Universo. Todo está puesto en duda. «Todo lo sólido se desvanece en el aire», como escribió en el ‘88 Marshall Bergman.

El miedo, el miedo que lacera; la sensación de ser títeres bajo la locura de los poderosos; lo desconocido y acechante incitan también al humor... negro. Enterradores ucranianos de la empresa «Eternidad» hicieron un restaurante en un espacio de veinte metros de largo. Es un ataúd —el mais grande do mundo—, decorado con féretros y cuyos platos tienen nombres relacionados con la muerte: «Nos vemos en el Paraíso», o «Ríase del infierno», por ejemplo. Otro caso: enfermo de vacío y sediento de sangre, un joven argentino mató a su papá, lo cocinó y... se lo comió. Como contrapartida, el suizo Yves Rossi, provisto de alas equipadas con reactores sobre sus espaldas y su cuerpo como fuselaje, voló sobre los 35 kilómetros del Canal de la Mancha en diez minutos. Por gracia, también hay pájaros.

Crisis energética, cambio climático, calentamiento global, deforestación, discriminación, inmigrantes que buscan un lugar bajo el sol y encuentran la muerte de la mano de su hermano, el hombre; ocupaciones de países y masacres por parte del Imperio; la crisis financiera; la militarización de la América indígena; la amenaza de carencia de agua, mientras los sin conciencia la despilfarran; la medicina inaccesible para la mayoría, la falta de viviendas y de educación, las muertes por pánico…

El hombre horrorizó a la Naturaleza y hoy estamos expuestos a su justa furia. Pero ahora, cuando lo que se juega es nada menos que el destino de todos, lo peor es la pérdida del sentido de la vida, de los valores humanos. Tomados por las urgencias y por la banalidad con que el Sistemadistrae la atención de los desprevenidos o indiferentes, no vemos el caleidoscopio que —como un milagro— nos convoca con mil imágenes a dar vida a la vida.

Hoy conocemos la realidad. ¿Qué viene después? Sólo hay presunciones. ¿Se harán ciertas las profecías mayas? Según ellas, después de sufrir no pocas desventuras, el 22 de diciembre de 2012 comenzará una nueva Era. ¿Cambiamos de paradigmas... o elegimos las sombras?

Según Una breve historia del futuro, libro del economista y pensador francés Jacques Attali, hay tres alternativas. La primera —que todos, y aun los hechos, descartan— es la continuación del Imperio de los USA, lo que significaría el fin del mundo. Otra, igualmente grave, es el súper-conflicto que seguiría a su caída, en cuyo caso continuaría la mundialización capitalista, el caos seguiría in crescendo, mientras que la anomia internacional permitiría que nuevos grupos de depredadores —con acceso a armas de destrucción masiva— cruzaran el espacio y los mares. De cumplirse esta hipótesis, la especie humana se extinguirá.

Otra posibilidad: la súper-democracia. Si la humanidad no quiere autoaniquilarse, el camino sería un contrato social planetario, con instancias de gobernabilidad y acciones colectivas en pro de la naturaleza. Así, podría inaugurarse la existencia, como una posibilidad humana de transitar el tiempo.

Hoy sabemos que Barack Obama sucederá a Georges W. Bush, calificado como «el peor entre todos los presidentes de los USA». Mientras tanto, y hasta que el 20 de enero entregue el Poder, sigue cometiendo atrocidades ¿Cuántas puede perpetrar, si hasta hoy no se privó de ninguna?

Y después, con el flamante electo... ¿qué? Más que los ciudadanos estadounidenses, parece haberlo votado el mundo todo. Las esperanzas puestas en él no tienen ni asidero, ni posibilidades serias de concretarse. Pareciera que se trata de inventar una ilusión. ¿Seguiremos soñando ser «libres como el viento», mientras vivimos prisioneros y amurallados por el miedo?

¿O quizá los pájaros nos mirarán desde su camino aéreo y desearán ser «libres como los hombres»?

No aman la vida




La búsqueda de una salida para la crisis económico-financiera mundial está rodeada de peligros. El primero es que los países ricos busquen soluciones que resuelvan sus problemas, olvidando el carácter interdependiente de todas las economías. La inclusión de los países emergentes significó poco, pues sus propuestas fueron escasamente tendidas en cuenta. Siguió prevaleciendo la lógica neoliberal, que asegura la parte leonina a los ricos.
El segundo peligro es perder de vista las demás crisis: la ecológica, la climática, la energética y la alimentaria. Concentrarse solamente en la cuestión económica sin considerar las otras es jugar con la insostenibilidad, a medio plazo. Cabe recordar lo que dice la Carta de la Tierra: «nuestros desafíos ambientales, económicos, políticos, sociales y espirituales están interligados, y juntos podemos forjar soluciones incluyentes» (Preámbulo).
El tercer peligro, más grave, consiste en mejorar sólo las reglas existentes en vez de buscar alternativas, con la ilusión de que el viejo paradigma neoliberal tenga todavía la capacidad de volver creativo el caos actual.
El problema no es la Tierra. Ella puede continuar sin nosotros, y continuará. La magna quaestio, la cuestión magna, es el ser humano, voraz e irresponsable, que ama más la muerte que la vida, más el lucro que la cooperación, más su bienestar individual que el bien general de toda la comunidad de vida. Si los responsables de las decisiones globales no consideran la inter-retro-dependencia de todas estas cuestiones y no forjan una coalición de fuerzas capaz de equilibrarlas, entonces sí estaremos literalmente perdidos.
En realidad si hubiera un mínimo de buen sentido, la solución del cataclismo económico y de los principales problemas infraestructurales de la humanidad se podría encontrar. Bastaría proceder a un desarme amplio y general ya que no existen enfrentamientos entre potencias militares. La construcción de armas, propiciada por el complejo industrial-militar, es la segunda mayor fuente de lucro del capital. El presupuesto militar mundial es del orden de un billón cien mil millones de dólares/año. Sólo en Irak se han gastado ya dos billones de dólares. Para este año, el gobierno estadounidense comprometió un gasto de armas por valor de un billón y medio de dólares.
Estudios de organismos de paz revelaron que con 24 mil millones dólares/año —apenas un 2,6% del presupuesto militar total— se podría reducir a la mitad el hambre del mundo. Con 12 mil millones —un 1,3% del referido presupuesto— se podría asegurar la salud reproductiva de todas las mujeres de la Tierra.
Con gran valentía, el actual Presidente de la Asamblea de la ONU, el padre nicaragüense Miguel d’Escoto, denunciaba en su discurso inaugural de mediados de octubre: existen aproximadamente 31.000 ojivas nucleares en depósitos, 13.000 distribuidas en varios lugares del mundo y 4.600 en estado de alerta máxima, es decir, listas para ser lanzadas en pocos minutos. La fuerza destructora de estas armas es aproximadamente de 5.000 megatones, fuerza destructiva 200.000 veces mayor que la bomba lanzada sobre Hiroshima. Sumadas a las armas químicas y biológicas, se puede destruir de 25 formas diferentes toda la especie humana. Postular el desarme no es ingenuidad, es ser racional y garantizar la vida que ama la vida y que huye de la muerte. Aquí se ama la muerte.
Sólo este hecho muestra que la humanidad esta formada en gran parte por gente irracional, violenta, obtusa, enemiga de la vida y de sí misma. La naturaleza de la guerra moderna ha cambiado sustancialmente. Antaño «moría quien iba a la guerra». Ahora no, las principales víctimas son civiles. De cada 100 muertos en guerra, 7 son soldados y 93 son civiles, 34 de los cuales niños. En la guerra de Irak han muerto ya 650.00 civiles y solamente unos 3.000 soldados aliados.
Hoy presenciamos algo absolutamente inédito y de extrema irracionalidad: la guerra contra la Tierra. Siempre se hacían guerras entre ejércitos, pueblos y naciones. Ahora, todos unidos, hacemos la guerra contra Gaia: no dejamos un momento de agredirla y explotarla hasta derramar toda su sangre. Y todavía invocamos la legitimación divina para nuestro crimen, pues cumplimos el mandato: «multiplicaos, llenad la Tierra y sometedla» (Gn 1,28).
Haciéndolo así, ¿hacia dónde vamos? No hacia el reino de la vida.

Iber Maraví “La publicación es una campaña sucia del Partido Aprista”


Luego de los hechos suscitados, donde representantes gremiales de Huanta fueron vinculados con los narcoterroristas y terroristas, por un medio de comunicación capitalino; los dirigentes de Huamanga manifestaron que tomarán las medidas correctivas necesarias en torno al tema, para lo cual convocarán a reunión extraordinaria de sus bases cuya agenda comprenderá los casos de denuncias a dirigentes como Vilma ortega, presidenta del FEDECMA; quien podría estar recibiendo una pena privativa de libertad de 20 años.

“Estaremos convocando con urgencia a una reunión para ver las acciones que se deben tomar en contra de la criminalización de la protesta pública, porque no es posible que el Partido Aprista esté interviniendo en los casos de persecución política y judicialización a los dirigentes y manipulando los procesos donde están inmersos algunos dirigentes como es el caso de la presidenta del FEDECMA, Judit Ortega” mencionó, Iber Maraví Olarte, presidente del Frente de Defensa del Pueblo de Ayacucho-FREDEPA.

En torno al caso de Vilma Ortega, señaló “En su proceso que se le sigue bajo los cargos de secuestro, contra la tranquilidad pública y disturbios hay una intervención comprobada por parte del Partido Aprista, que busca encarcelar a la señora por 20 años; lo cual no estaremos permitiendo por que sería una injusticia” acotó.
Asimismo, mencionó su solidaridad por lo que sucede con los dirigentes huantinos a quienes se les vincula con grupos narcoterorroristas, para lo cual con el apoyo de organizaciones de Derechos Humanos estarán ventilando los casos en el Poder Judicial y así tomar las medidas legales en contra de los responsables de estas aseveraciones.
Más datos
De los tantos casos que fue acusado Iber maraví, mencionó que, “Son por denuncias de delitos por disturbios y todos los procesos los vengo enfrentando”dijo.

Fuente:La Calle-Ayacucho

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Proyecto mordaza retrocede


Advierten que debe ser totalmente eliminado, no sólo corregido.

El repudio de la prensa democrática, las organizaciones no gubernamentales y las organizaciones defensoras de los derechos humanos al proyecto de ley gubernamental para disolver cualquier institución o empresa que pudiera atentar contra la seguridad nacional, entre otras causales, hizo retroceder al Ejecutivo, que ayer anunció el retiro de la propuesta entregada al Congreso la semana pasada.

El premier Yehude Simon señaló que el llamado proyecto mordaza será retirado para corregirlo, mientras activistas de derechos humanos y representantes de ONG indicaron que la iniciativa firmada por Simon y el presidente Alan García no debe ser solamente modificada, sino simplemente eliminada.

Simon, quien firmó el proyecto junto al presidente para disolver las asociaciones cuyas actividades, entre otras causales, puedan atentar contra la seguridad del Estado y la no injerencia en asuntos internos, buscó presentar el retiro momentáneo como gesto propio de un gobierno tolerante y que escucha las críticas.

“Este es un gobierno que escucha, y los gobiernos autoritarios no escuchan, en la medida que hay una crítica contra este proyecto de ley que podría afectar supuestamente a ONG y empresas, simplemente estoy pidiendo que lo retornen, para hacer las correcciones y mejorarlo”, dijo. Las reacciones a las declaraciones del premier no se hicieron esperar.

El ex presidente del Tribunal Constitucional (TC), Javier Alva Orlandini, sostuvo que el proyecto es inconstitucional y que por lo tanto debe ser eliminado. A su vez, el director nacional de la Asociación Paz y Esperanza, Alfonso Wieland, dijo que una corrección de la iniciativa sería “un parche a lo Frankenstein”, por lo cual el camino es su eliminación a fin de que no se provoque inseguridad jurídica en el país.


Vilma Escalante

Dirigentes denuncian campaña de desprestigio

CARLOS ROJAS

Dirigentes del FREDEPA denuncian inicio de campaña de desprestigio en su contraLos dirigentes del frente de defensa del pueblo de Ayacucho-FREDEPA y Huanta denunciaron el inicio de una campaña mediática de algunos medios capitalinos, los cuales estarían tratando de desprestigiar a estos dirigentes sindicándoles como narcoterroristas.

Iber Maraví Olarte y Eloy Robles Carrión, presidentes del frente de defensa de Ayacucho y Huanta respectivamente, estarían siendo involucrados en estas denuncias periodísticas que los perjudican.Maraví Olarte, manifiesta haber sido difamado, juntamente con otros dirigentes de organizaciones sociales de base, por el diario “La Razón” que habría publicado sendos informes los días 22 y 30 de septiembre, y esto también habría continuado con la edición del 21 de octubre del presente año.

“Todos sabemos la línea de este diario fujimorista que se viene confabulando con el actual gobierno de turno y han iniciado una persecución política buscando encarcelar a los dirigentes y líderes del pueblo tratando de desacreditarnos sindicándonos de narcoterroristas, por lo que alertamos a la población a estar atentos”, sostuvo Maraví Olarte.Además, el presidente del FREDEPA negó categóricamente que los dirigentes Ulcer Pillpa Paitán, Delia Toscazo Estrada, Jaime Alminagorta Pedroza, así como el dirigente campesino Ezequiel Méndez Limaquispe, Paulino Palomino Rojas y Julián Quispe Rojas tengan relación o nexos con el narcoterrorismo o neosenderismo.

“Detrás de estas publicaciones hay todo un trasfondo oscuro y mediante una campaña millonaria se busca únicamente encarcelar a los dirigentes, acallando las justas protestas que venimos realizando los dirigentes defensores de los derechos de la población. Se me acusa de haber realizado un juicio popular al gobernador de Huanta, cuando mi persona no estuvo ese día lo que en definitiva puedo probar”, acotó.Finalmente, dirigentes del SUTE de la provincia de Huanta dieron cuenta de que el viernes 5 de diciembre del presente año realizarán un plantón frente al Poder Judicial.
“Con esta medida exigiremos a las autoridades e que no presten para sostener esta campaña orquestada con objetivos oscuros, por lo que la población y los dirigentes sociales de base debemos mantenernos en alerta permanente. Es el costo social, me he puesto a derecho y no tengo ningún proceso por terrorismo”, concluyó, el dirigente huantino, Eloy Robles.

DATO
Los dirigentes vienen siendo procesados por disturbios y secuestro, mientras los abogados de APRODEH han asumido la defensa de estos dirigentes.

Fuente:La Jornada- Ayacucho