Editor: Antenor Maraví
Confidencias en Alta Voz: Recordando a Teódulo Hernández Valle

lunes, 23 de enero de 2012

Recordando a Teódulo Hernández Valle

Antenor Maraví Izarra (*)

En su diálogo sobre la amistad, Cicerón sostiene que “venimos al mundo para que se establezca un vínculo entre los seres humanos para cultivar ideales y sueños al servicio de las causas más nobles de un pueblo”. Usualmente ese vínculo está mediado por factores diversos, como el parentesco, vocación por las actividades sociales, deportivas, las artes y las letras, todas conducentes a la defensa y bienestar de los seres humanos.
Algo de eso ha ocurrido con Teódulo Hernández Valle (Lolo), en los primeros años de la década de los 70, teniendo como escenario el antiguo local de la ex Gran Unidad Escolar “José de San Martín”, ubicada en las playas del mar pisqueño, en esa mirada retrospectiva, cabe retrotraer el recuerdo nostálgico e inolvidable de la sumatoria de Máximo Zegarra Blanco, Pablo D. Muchaypiña Martínez, Jorge Torres Chang, Víctor M. Ramos Carrasco, Roberto Luyo Chávez, entre otros, con quienes, fundamos el Círculo Literario: “Zollipar”, promovido por el autor de este aquiescente recordaris, entonces docente de este emblemático y querido colegio, Alma Máter de Pisco..
De aquellos años inolvidables y estancia añorada, con la mirada zurcida en el bello horizonte marino y los recuerdos imperecederos de las siluetas de barcos saludando al viejo muelle, escoltada de gaviotas y piqueros en vuelo rasante. En esa mirada en lontananza poética, cabe señalar que, el año 1974, Téódulo Hernández Valle, fue el ganador de los “III Juegos Florales” del recordado colegio pisqueño, con el poema “Canto a San Martín”.
Años después, en su gran mayoría, los poemas  sueltos de Téodulo serían  publicados en diversos y diferentes fechas y medios de comunicación de Pisco, todos de corte social y contestatarios, con exigencias de moralización y progreso de Pisco. De cuyas letras  alzadas, insertamos dos estrofas del poema: “La voz de la catedral”:  Hasta cuándo tu iglesia colonial y jesuita/ la dejaremos sucumbir entre la indiferencia de curas y palomas,/altares, pan de oro, lienzos y santos heridos y arrancados, sin que nadie diga ni un ! ay ¡. Hasta cuando tu palacio municipal sin igual y descollante/ seguirá preñándose de gente, altillos, intrigas y papeles/ transformado en embarazo extremo y brindis de coyotes…
Como luchador social, tras el vil asesinato del entonces máximo dirigente de la CGTP, Pedro Huillca, en Diciembre de 1992, Teódulo Hernández valle, el poeta, declamador y enamorado de la sonrisa de los excluidos y la tristeza de los niños sin pan en cada amanecer, sin mayores estrépitos ni temor a la vesania de los violentistas de arriba y abajo, de todos los tiempos, cuasi en silencio poético, asumió el cargo de Secretario General de la principal Central de Trabajadores del Perú.
Hasta las últimas semanas de su heroica existencia, siempre estuvo al lado de su pueblo, ora, tantas veces como Presidente del Comité Central de Lucha de Pisco y otras tantas manifestaciones  al son de cacerolas y ora entre gritos afónicos, que nunca arrió su bandera de lucha ni tranzó con los vende patrias. Ese hombre singular, el domingo último, o sea anteayer,  ha sido entregado a las entrañas de su amado pueblo. Sus restos mortales hoy moran en la heroica mansión de los auténticos luchadores sociales del país.¡Hasta siempre Lolo!.

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